Talleres se quedó ayer con el clásico cordobés tras golear categóricamente 3-0 a Belgrano, en un triunfo que además hundió a su rival en la zona de descenso, al cabo de un aceptable encuentro disputado en el estadio Mario Alberto Kempes. Juan Ramírez, a los 44 minutos de la primera etapa, a través de un penal, inauguró el score para el conjunto de Juan Pablo Vojvoda. En el complemento, Nahuel Bustos, a los dos y cuatro minutos, amplió la diferencia a favor de Talleres. El conjunto de Belgrano terminó el partido con un jugador menos por la expulsión de Federico Lértora, a los 38 minutos del segundo período.

Las irregulares campañas de ambos conjuntos presagiaba cierta inestabilidad en los dos cuerpos técnicos, en caso de una derrota. A sabiendas de la importancia del resultado final y de las formas de sobrellevar una caída, los dos salieron a jugar con el “cuchillo entre los dientes” pero dejando la estética de lado. El imponente marco del estadio que albergó a sendas parcialidades, no estuvo en consonancia con la discreta performance de los equipos en la primera mitad, quienes víctimas del nerviosismo y del miedo a perder redondearon un trámite con escasas aproximaciones a los arcos. 

Dentro de un contexto por momentos equilibrado se lo vio más ambicioso a Talleres, en desmedro de un rival algo replegado, que especuló sin suerte con algún contrataque.