La defensa de la salud pública volvió al centro de la escena en la agenda de Rosario. El clamor contra toda clase de recorte presupuestario tomó cuerpo ayer en un abrazo solidario al Hospital de Niños Zona Norte. Los trabajadores expusieron problemas puntuales de este centro médico enclavado en el parque Alem, pero además hicieron trascender un registro de la práctica cotidiana: la demanda ciudadana en los efectores de salud pública aumenta sin correlato en materia de recursos humanos ni presupuesto. En parte, los médicos atribuyen la situación a nuevas situaciones de desempleo y empobrecimiento general de la población que abreva, de esa manera, en hospitales y centros de salud estatales.

Un nutrido mitín de médicos, enfermeros, administrativos, representados en Siprus y ATE Rosario, se apostó en la escalinata de ingreso del hospital de Avenida de los Trabajadores al 1300, junto a la desembocadura del arroyo Ludueña. 

“Se nota en las guardias, en los consultorios externos. Los compañeros plantean en los distintos hospitales que no solo van pacientes sin obra social sino que también otros que tienen obra social pero no les alcanza el dinero para comprar la medicación, o para cubrir los seguros  o comprar órdenes. La situación es cada vez más crítica y desde la salud pública notamos que no estamos a la altura de lo que la población está necesitando. Esto se va complejizando”, advirtió Elsa Sampallo, de Siprus Rosario. Por lo tanto, añadió uno de los reclamos implícitos en la manifestación: sostener la negativa de Santa Fe a adherir al sistema CUS, tal como pretende el gobierno nacional. “Adherir no es una solución, sino al contrario, es avanzar en la privatización de la salud pública. Reclamamos presupuesto y que el Estado no se desentienda”, añadió la dirigente gremial de los médicos estatales. La degradación del área Salud de ministerio a secretaría en el plano nacional escandaliza y advierte a este sector.

Una empleada del centro médico observó: “El recorte de presupuesto que hay a nivel nacional se recarga sobre las provincias. Yo estoy en administración y veo que los aranceles no cubren los costos de los artículos medicinales” que otrora costeaba el menú de programas que bajaba de Nación.

“Hay un sector de la población que se empobreció mucho y perdió la obra social; o la tiene, pero por los aranceles recurre al hospital. La demanda aumentó, los recursos siguen siendo los mismos, hay demandas de los compañeros de insumos e infraestructura, además de la precarización laboral”, enumeró Laura Salvadeo, delegada de ATE Rosario en el Zona Norte. Ella y sus compañeros describieron que el hospital “sufre un desfasaje de infraestructura general”. Con eso refieren a que se incorporó una unidad de terapia intensiva, por lo que el efector elevó su nivel de complejidad y, por lo tanto, registra otra clase de demanda pero sin el correspondiente aumento de recursos. Contaron que el hospital sufrió la renuncia de doce médicos de guardia que no fueron debidamente reemplazados. “Eso impacta en la calidad de atención”, contaron.

“Acá hay más de quinientos trabajadores, de los que unos 120 están precarizados y no han recibido incremento salarial alguno. Pedimos que la cláusula gatillo de mejora salarial los incluya, y pedimos al gobierno que reabra la discusión paritaria. Hace cuatro meses que reclamamos esto. La provincia plantea que tuvo superávit en las cuentas de agosto y setiembre; deberíamos entonces discutir en qué condiciones estamos trabajando. La inflación nos dejó el sueldo 10% atrás”, calculó Sampallo.