La industria del calzado perdió alrededor de 100 puestos de trabajo con el cierre de dos fábricas ubicadas en las provincias de Córdoba y Buenos Aires. La apertura comercial, el aumento de costos, la contracción del mercado interno y la reconversión de las empresas locales en importadoras profundizan la crisis laboral en la actividad industrial. Los dueños de la empresa Calzados del Interior ubicada en la localidad cordobesa de Alta Gracia se declararon en quiebra dejando 64 familias en la calle. La firma ya había realizado 120 despidos sin el pago de las indemnizaciones correspondientes, según denunciaron los trabajadores. Una situación similar denunciaron los trabajadores de Stone en Valentín Alsina, quienes advirtieron por el despido de 13 personas que no habrían recibido el pago de sus indemnizaciones. 

Desde que comenzó el gobierno de Mauricio Macri se destruyeron más de 92 mil puestos en el sector manufacturero. A los despidos conocidos en las últimas horas se suman las crecientes tensiones en la cadena automotriz. Las suspensiones en las terminales se extienden hacia las autopartistas. A comienzos de mes Renault tomó la decisión de frenar sus pedidos a la proveedora Metalúrgica Tandil, que con 200 asalariados es la segunda empleadora privada más grande de la ciudad. La firma apeló entonces a la suspensión de todo su personal que desde entonces cobra el 80 por ciento de los salarios. A pesar de las negociaciones en las que intervienen el sindicato, las empresas y las autoridades municipales las perspectivas no son favorables a la continuidad de la firma, que amenaza con cerrar.