El Senado aprobó por unanimidad un proyecto de comunicación que propone dejar sin efecto la resolución de la Secretaría de Energía que aumenta en forma excepcional y retroactiva el gas para compensar a las compañías petroleras la devaluación del peso y que iban a pagar los usuarios en 24 cuotas. Allí, los senadores de todos los bloques políticos “encomiendan al Poder Ejecutivo a buscar una solución sin recargo sobre los usuarios”. Una resolución que solo expresa la voluntad de la Cámara alta y que fue fruto de una negociación de urgencia que encabezó el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, que llegó hasta el Senado para comunicar que el Gobierno daba marcha atrás con el aumento después de conocer que todos los bloques de la oposición irían ayer al recinto con la intención de derogar el aumento adicional. De todas maneras, el kirchnerismo insistió en soledad y sin suerte por la derogación porque se niega –como propone en principio el Gobierno– a que el Estado subsidie a las empresas monopólicas que obtienen ganancias extraordinarias. Una postura que también expresaron los diputados del Frente para la Victoria (FpV-PJ) y a la que se sumó el Frente Renovador que en un comunicado afirmó que “el costo igual lo vamos a pagar todos los argentinos”. 

El Gobierno y el propio presidente Mauricio Macri habían ratificado el aumento que decretó el secretario de Energía, Javier Iguacel, y que pagarían los usuarios. Aunque desde Casa Rosada seguían con atención la resistencia que generó la medida –aun entre sus propios aliados radicales– y que abroqueló a toda la oposición en Diputados. Pero terminó por actuar de emergencia en el Senado: en la reunión de Labor Parlamentaria que por la mañana definiría las características de la sesión que arrancaría ayer a la tarde, toda la oposición anticipó que propondría sobre tablas derogar el aumento extra del gas.

A pesar que la oposición no tenía garantizado los dos tercios para abrir el debate sobre el aumento del gas, en el Ejecutivo entendieron que no podrían dar batalla en las dos Cámaras del Congreso al mismo tiempo. Es especial confrontando con la llamada oposición “dialoguista” y el peronismo alineado con los gobernadores, con quienes negocia la aprobación del presupuesto con los condicionamientos impuesto por el Fondo Monetario Internacional. 

Rápido de reflejos, Frigerio –el principal negociador del Gobierno con los gobernadores peronistas– acudió al Senado. Allí, el ministro se reunió con los jefes de los bloques partidarios a los que les comunicó que el Gobierno suspendía el aumento retroactivo del gas, que las empresas petroleras absorberán una parte del costo de la devaluación y que el Estado se haría cargo del resto, en 30 cuotas a partir de octubre de 2019.   

La promesa del ministro torció el rumbo de la sesión pero no pudo evitar el debate. “Ahora van a destinar recursos públicos, o sea impuestos que pagamos todos y todas, para que las millonarias ganancias en dólares que las empresas lograron por los tarifazos no disminuyan por la devaluación”, dijo la senadora Cristina Fernández de Kirchner en el recinto para insistir en la derogación del decreto por ley, que su bancada votó en soledad.

Luego reprodujo en las redes sociales parte del sentido de su discurso. “Este ya ni siquiera es un gobierno de ricos para ricos, sino de algunos ricos para ellos mismos y para sus amigos” posteó CFK y agregó: “Espero que lo publicado sólo sea un error de información y que las empresas productoras y distribuidoras de gas absorban la devaluación como lo ha hecho el resto de los argentinos y argentinas de a pie, los comerciantes y los empresarios”. 

Finalmente, el proyecto votado por unanimidad (63 senadores presentes), fue el unificado entre cinco iniciativas diferentes y resume en sólo dos artículos la voluntad del Senado. “Hemos acordado que la resolución se deja sin efecto. El Estado nacional se hará cargo en una negociación con las empresas sin ningún costo sobre los usuarios”, dijo el jefe del bloque Justicialista, Miguel Pichetto, al abrir el debate. “Es una resolución tremenda que significaba hacerle pagar el costo de la devaluación en materia tarifaria a los usuarios que vienen soportando tarifas altísimas con un impacto demoledor en el bolsillo”, agregó Pichetto buscando despegarse del oficialismo.

En tanto, el jefe del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff, justificó la resolución al afirmar que fue dictada en el marco de “una legislación vigente en Argentina de 1992” y “en una situación compleja de volatilidad y depreciación de la moneda”. El formoseño insistido en que “el compromiso del Senado es de un respaldo político importante”, que tiene que ver con “encontrar sentido común sin ningún tipo de especulación”. Naidenoff también le respondió a CFK, a cuyo gobierno responsabilizó por la caída de la producción y la importación de gas.  

Pero la marcha atrás del Gobierno con el aumento también recibió críticas por la forma en que desde la Casa Rosada propone igual resarcir a las empresas petroleras. “Resistimos juntos desde el Congreso y la calle y Macri reculó con las cuotas del gas. Lo que no cambia es su fin: favorecer a los grandes haciendo que el Estado les pague. Entonces, el tarifazo sigue y es a costa de nuestros bolsillos. Frenemos esto y el Presupuesto del ajuste”, posteó el jefe de los diputados del FpV-PJ, Agustín Rossi en las redes sociales. 

El massismo se pronunció en el mismo sentido a través de un comunicado que titularon “el costo igual lo vamos a pagar todos los argentinos”. “Si el Gobierno frenó la suba de la tarifa es porque era ilegal y ellos lo sabían”, sostiene allí la jefa de la bancada Graciela Camaño y agregó: “Las leyes no decían lo que ellos dicen que decían. Inventaron normas para beneficiar al sector que hoy es más rentable en Argentina: el petrolero”.

NA
Federico Pinedo y Miguel Pichetto, en diálogo permanente.