Desde que la empezamos a publicar a Hebe en Adriana Hidalgo, logramos que saliera de ese nicho de “escritora de culto”, esa caracterización que no le hacía justicia a su obra. Fue así que comenzamos a publicar una serie de libros que tienen un hilo conductor, porque hasta ese momento ella destilaba unos cuentos maravillosos, pero que publicaba porque acababa de escribirlos, o porque le salía una antología. Nosotros tratamos de hacer una edición sobre lo que ella escribía, y ahí aparece ese hilo conductor. Así fue como publicamos Del cielo a casa y Turistas, y a partir de ahí, aunque es difícil identificarlo o ponerle un coto genéricamente, ella decide que termina de escribir cuentos: dice que empieza a escribir solo crónicas. Desde luego, en muchos puntos unos y otras fueron indiferenciables.

Y así, tirando de ese hilo conductor, surgen Viajera crónica, De la Patagonia a México, De aquí apara allá, relatos en los que recorre América latina y se reúne con pueblos originarios, con ese ojo puesto en lo pequeño, en los detalles, que tenía ella. También Visto y oído, y el último, Animales. Lo interesante es que empezó a viajar para hacer libros, ella pensaba cada viaje para cada libro, y todo ese recorrido tenía que ver con ese hilo conductor. La editorial comenzó a publicar su obra completa, acaba de lanzar el volumen de sus Novelas reunidas, y seguirán el de sus cuentos y el de sus crónicas.   

Uhart transformó la escritura abriéndola, la suya fue de las textualidades más democráticas que he leído, porque en ella el otro siempre tiene un lugar fundamental. Tenía un oído perfecto, como los músicos, un oído absoluto para manejar los registros de la oralidad.

* Director editorial de Adriana Hidalgo y editor de Plástica de Páginai12.