Mientras las pymes industriales buscan algún salvavidas para no quebrar en el actual escenario de crisis, el Gobierno lanzó un plan para “triplicar las exportaciones para 2030 y cuadruplicar la cantidad de empresas que exportan”. Cambiemos propone celebrar nuevos acuerdos internacionales de libre comercio, reducción de trámites burocráticos para exportar, financiamiento para pymes y relanzamiento del sistema nacional de calidad, entre otras medidas. Sin embargo, no hay propuestas para evitar que el costo financiero de casi el ciento por ciento, los altos costos tarifarios y de combustibles, el derrape del mercado interno y el ajustazo fiscal no sigan deteriorando el aparato industrial nacional. El único factor de peso que mostró el Gobierno es la competitividad por el dólar caro, que sólo puede mantenerse si no hay mejora del poder adquisitivo del salario.

El anuncio del plan Argentina Exporta se realizó en el Centro Cultural Kirchner y estuvo a cargo de Mauricio Macri, acompañado por los ministros de Producción y Trabajo, Dante Sica, y de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, y la diputada Elisa Carrió. “Estamos acá porque creemos en ustedes. Fortaleciendo la capacidad de exportar, los va a ayudar muchísimo a que esta gran familia pyme, que es el corazón de la Argentina, pueda desarrollarse, crecer y generar miles de oportunidades para todos”, dijo Macri. Días atrás, Apyme planteó un escenario distinto: “No hay pymes entre los beneficiarios del actual modelo, que está destruyendo la industria nacional, el comercio, las economías regionales, el empleo y por lo tanto el mercado interno, principal sustento de las pymes”.

Las pymes están ahogadas por varios flancos: no venden porque el poder adquisitivo del salario está por el suelo, mientras que los costos son cada vez más altos por los aumentos de los servicios públicos y de los insumos importados. Una forma de tapar el bache financiero sería tomar prestado capital de trabajo, pero las tasas de interés son siderales. El plan oficial, sin embargo, consiste en que esas pymes, enloquecidas para evitar despidos y el cierre, salgan a exportar, en el medio de una guerra comercial global sin precedentes en las últimas décadas. “Debemos superar la dinámica que traíamos, durante años el Estado fue un obstáculo para exportar. Entre 2008 y 2014, el 95 por ciento de las empresas que dejaron de exportar fueron pymes: dejamos de venderle al mundo 1400 productos. Hoy tenemos un bajo nivel de intercambio de comercio, somos un país cerrado, nuestros vecinos tienen más acuerdos comerciales y esto limita a nuestros exportadores”, consideró el ministro Sica. No mencionó que la pérdida de mercados de exportación desde 2008 coincide con el estallido de la mayor crisis internacional desde el crack financiero de 1929.

Entre los recursos naturales a los que el Gobierno quiere dar impulso están el aceite de soja, petróleo y gas, maní, plata y cobre y trigo; en la industria automotriz, cajas de cambio, pick-up y sus partes; en servicios, educación, turismo y videojuegos. En el capítulo de los bienes a desarrollar están el equipamiento médico, indumentaria y calzado de diseño, cuerdas para instrumentos musicales, quesos y cables para ascensores. 

El Gobierno propone una serie de medidas para impulsar las exportaciones. Promete nuevos acuerdos internacionales, “para que las empresas y productos argentinos tengan mejores oportunidades” –aunque esos acuerdos suponen también una mayor inserción de artículos importados–, y “aperturas sanitarias y fitosanitarias para productos agroindustriales”. El plan incluye la ventanilla única de comercio exterior y mejoras en la competitividad de puertos y facilitación del acceso a bienes de capital e insumos para la exportación. También se mencionó la “pre y post financiamiento con condiciones especiales para pymes a través del BICE”.