Tarde pero seguro, el diccionario Oxford, considerado el más completo y erudito de la lengua inglesa, ha levantado el guante cinematográfico al sumar recientísimamente a sus páginas cantidad de palabras (y frases) vinculadas al séptimo arte. Así, más de 100 palabras acuñadas por el decir y escribir –relativamente— popular gozan finalmente de acepción oficial al entrar en la última edición de la prestigiosa colección de términos anglosajones. Queda, por caso, aprobada la adjetivación de numerosos directores legendarios: Bergmanesque, Spielbergian, Altmanesque, Eisensteinian, Tarantinoesque… O bien Lynchian (en criollo, lynchiano), cuya flamante explicación reza: “Reminiscente o imitativo de las obras de David Lynch, quien se caracteriza por yuxtaponer elementos surrealistas o siniestros con ambientes cotidianos, y por imágenes visuales convincentes para enfatizar la calidad onírica de misterio o amenaza”. Quien use Kubrickian (kubrickiano), se referirá al “perfeccionismo meticuloso, el dominio de los aspectos técnicos de la cinematografía y el estilo visual atmosférico a través de una gama de géneros”. Apenas algunos ejemplos, porque también ha incorporado Oxford extendidísimos términos como scream queen (“actriz destacada por su trabajo en películas de terror”), o frases como not in Kansas (ya no estamos en Kansas, de El Mago de Oz), definida como “estar en un lugar o situación extraña o desconocida”. Curiosamente, también le ha dado unos renglones a Groundhog Day (Día de la marmota), que al parecer los humanos utilizan —o pueden utilizar de aquí en más— para referirse a “una situación en la que los eventos parecen ser recurrentes, de una manera opresivamente predecible”. Todos avisados.