Sin acuerdo entre los clubes para organizar el clásico, la discusión y la decisión que se tomó fue política. La empresa organizadora de Copa Argentina le echó la culpa “al gobernador Miguel Lifschitz” por llevar el partido entre Newell’s y Central a cancha de Lanús a puertas cerradas a pesar de que el Ministerio de Seguridad de la Provincia hizo público en conferencia de prensa la disposición a garantizar la seguridad. El único que dijo que no quiere el partido fue el intendente de Santa Fe José Corral, ante la posibilidad de jugar en Colón, y a la ciudad gobernada por Cambiemos le sacaron el problema llevando el juego a Buenos Aires.

Los clubes no se pusieron de acuerdo por el clásico pero el Ministerio de Seguridad convocó a reunión el lunes pasado para anunciar que garantizaba la seguridad para un partido con hinchas en cualquier estadio de la provincia. Colón era el elegido ante la negativa de los clubes a ofrecer su respectivo escenario. Faltaba la fecha y la imposición era que se juegue de día. Pero Corral salió al cruce y Copa Argentina tomó la decisión de sacar el partido de la provincia. “El clásico se tiene jugar en Rosario”, indicó el intendente de Santa Fe ante la probabilidad del partido en la capital provincial.

Pero para Copa Argentina la culpa es del gobernador. “Por decisión del gobernador Miguel Lifschitz el clásico no se jugará en la provincia, ya que no existen garantías para que el encuentro se dispute con ambas parcialidades”, explicó ayer la organización. Y abundó: “El espíritu de la Copa Argentina es jugar todos los partidos con ambos públicos. Accediendo incluso en este caso a limitar la cantidad de entradas si es que esto favorecía al normal desarrollo del evento. Luego de varias reuniones entre la organización del certamen y los organismos de seguridad, se comunicó desde la Gobernación de Santa Fe que desisten de realizar el clásico en la provincia. La organización llevó adelante todos los pasos y ofreció distintas opciones para poder disputar el encuentro con ambos públicos. Entre ellas, la venta de entradas limitadas y nominadas, y la posibilidad de elegir la sede con mayores garantías para el desarrollo del partido”.

El gobierno provincial negó las acusaciones y reiteró que “en tres oportunidades se hizo saber que estaban dadas las garantías de seguridad para jugar con público. La decisión de llevar el partido a Buenos Aires fue de Copa Argentina”.

El clásico aún no tiene confirmación oficial dado que para el miércoles 24, por el momento, Newell’s juega por Superliga el partido postergado con Estudiantes.