Un día después de que Elisa Carrió le exigiera al presidente Mauricio Macri la renuncia de Germán Garavano, dirigentes de Cambiemos intentaron quitarle entidad al tema y minimizaron las amenazas de la referente de la Coalición Cívica con pedir el juicio político. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, encuadró los dichos de Carrió en “el derecho a expresar” de los legisladores. El senador y titular del PRO, Humberto Schiavoni, consideró que las idas y vueltas de la chaqueña son “un modus operandi” que sugirió no “maximizar”. Cambiemos “admite disidencias”, dijo el diputado Daniel Lipovetzky. “Es el estilo de Lilita”, agregó su par Waldo Wolff.

“Me voy a amigar con el presidente cuando me lo saque a Garavano”, dijo Carrió el jueves durante una presentación en el CCK. Después de que dos ministros le pidieran públicamente “no condicionar” a Macri, escribió que “era una broma” pero difundió a través de medios afines el pedido de juicio político a Garavano que presentará “en los próximos días”. “Todos los diputados tienen el derecho a expresar lo que crean conveniente”, intentó bajar el tono de la discusión Frigerio durante una conferencia de prensa en Olivos. “A mí no me gusta opinar de las decisiones de miembros de otros poderes. Respetamos la labor de Carrió desde antes de ser la cofundadora de Cambiemos. Nosotros tenemos el principal garante en la lucha contra la impunidad, la corrupción y la búsqueda de más transparencia”, subrayó, en referencia a Macri.

“Los cruces con Carrió son cuestiones que se dirimen en Cambiemos. No afectan la gobernabilidad ni las inversiones”, declaró Schiavoni a Futurock. “Carrió ya aclaró el alcance de sus dichos y para nosotros es suficiente. Dijo que iba a posponer el juicio político a Garavano, después que era una broma. Es un modus operandi, no hay que maximizar los hechos”, pidió. “Hay que entender que Cambiemos tiene una lógica de construcción política distinta a los otros espacios. No es la primera ni la última vez que hay intercambios dentro de la coalición ni que amenazan con que se rompe”, agregó.

Wolff minimizó la discusión al afirmar que “es el estilo de Lilita”. “No creo que Garavano quiera salvar a Cristina Kirchner”, señaló el diputado, aunque consideró que las expresiones del ministro sobre el uso de la prisión preventiva “fueron en un día poco feliz”. “Carrió tiene su estilo y aunque no lo comparta la quiero en mi equipo”, aseguró.

“Carrió es muy importante para nuestro espacio, que admite disidencias”, señaló Lipovetzky. “Eso nos hace dar cuenta que los argentinos estamos acostumbrados a estructuras de poder verticalistas y sin disidencias”, agregó.