La discusión por el presupuesto 2019 sigue siendo tema de agenda y de preocupación por múltiples sectores sociales, políticos, gremiales. Los que sigue tomando el guante en Rosario son los gremios locales que claramente marcan su rechazo por considerarlo un presupuesto de ajuste y que “traerá menor calidad de vida para los trabajadores”. Para Sergio Ricupero, secretario gremial de los Gastronómicos de Rosario: “No se puede aprobar un presupuesto que siga afectando a los sectores más vulnerables de la sociedad, ya sea que se recorten subsidios y la carga sea siempre para el mismo lado. Nosotros apostamos al consenso en tanto y en cuanto no se recorten derechos de los trabajadores”.

Walter Palombi, secretario general del gremio de trabajadores de Correo de Rosario dijo que, “manifestamos un profundo y total rechazo a este presupuesto. Si este presupuesto se aprueba es por complicidad de muchos de los legisladores que traicionaran al pueblo argentino”.

Javier Ojeda, integrante de la Asociación de la Sanidad de Rosario y el sur provincial (Atsa Rosario) señaló que, “creemos que el gobierno va a insistir con el presupuesto porque ahí viene atado el acuerdo con el FMI. Para aprobarlo va a necesitar aliados y lamentablemente ya los tiene, de hecho hay gobernadores no oficialistas que parecen voceros del gobierno”.

Rubén Perez del Sindicato de Petroleo, Gas y Biocombustibles del sur de Santa Fe estimó que, “el gobierno ya tiene el respaldo de muchos gobernadores y este presupuesto va a salir. Parte del problema  de todo esto la tienen la mayoría de los  trabajadores que sufren este gobierno y sin embargo lo siguen defendiendo”.

Para Marcelo Andrada, secretario general del Sindicato de Recolectores de Rosario el día que se trate el presupuesto en el Congreso “tenemos que movilizar todos los argentinos para que no se apruebe el presupuesto que promueve el Gobierno. Debemos exigir a nuestros legisladores un presupuesto que contemple las necesidades de todos  y no uno mentiroso con variables falsas como la inflación que proyectan que hablan del 23 por ciento y realmente nadie sabe que puede pasar”.