El papa Francisco expulsó ayer del sacerdocio a los obispos chilenos Francisco José Cox, ex obispo y arzobispo emérito de La Serena y Marco Antonio Ordenes Fernández, obispo emérito de Iquique, ambos acusados de abusos sexuales. El Vaticano informó en la nota que la dimisión fue aceptada por el Papa el pasado jueves en una decisión que no admite recursos. Cox, quien vive en Alemania desde 2002, continuará, sin embargo, formando parte del Instituto de los Padres de Schoenstatt. Cox, de 85 años, renunció abruptamente como arzobispo de La Serena, 480 kilómetros al norte de Santiago, en 1997 ante comentarios sobre comportamiento inadecuado con jóvenes, según señalaron los Padres de Schoensttat en Chile. En 2002 fue trasladado para su retiro en Alemania a un recinto de esa congregación. Sin embargo, el caso del ex obispo chileno volvió a estallar con la aparición de una nueva denuncia a finales de 2017 que se refería a un hecho ocurrido en Alemania en 2004, señaló la congregación. Ordenes Fernández, obispo emérito de Iquique, en el extremo norte del país, tenía dos denuncias de abuso sexual en su contra y estaba siendo investigado por los tribunales de Justicia chilenos.