Se cumplieron ayer siete meses del asesinato de la concejala de Río de Janeiro, Marielle Franco, pero miles de personas en Brasil no la olvidan. Un total de 1000 placas conmemorativas con la leyenda "Rua Marielle Franco" (Calle Marielle Franco) se repartieron entre los simpatizantes que se acercaron a la céntrica plaza carioca de Cinelandia.

El homenaje pretendía dar, además, una respuesta a dos diputados del partido liderado por el ultraderechista Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal), quienes hace dos semanas rompieron en público la placa en memoria de Franco. "El homenaje fue una respuesta a un acto vandálico, antidemocrático y bárbaro que pretendía herir la memoria de Marielle", afirmó la activista Mónica Benicio, viuda de la exconcejala.

"Hicimos una colecta por internet que tenía el propósito de hacer 100 placas iguales a la que fue destruida y conseguimos dinero para 1000", explicó Benicio. La viuda de Franco también reivindicó en el acto la necesidad de investigar quiénes fueron los responsables del crimen de su compañera, de quienes se sospecha que tienen vínculos con agentes del Estado.