“Fueron los 137 días más difíciles de mi gestión”, meditó ayer el ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, acerca la saga de atentados a balazos contra objetivos judiciales luego de las condenas impartidas a miembros de la banda Los Monos.

El funcionario reflexionó a cuento de una decena de balaceras perpetradas entre mayo y agosto, y que estremecieron a la ciudad. En ese marco, insistió con el proyecto oficial del Ejecutivo de que el Senado provincial apruebe ya la ley de narcomenudeo, algo que la oposición resiste.

Pullaro celebró la imputación y remisión a juicio oral sobre diez personas bajo sospecha de planear, ejecutar y encubrir esos ataques. Y entre los imputados, el que asoma como cabecilla –desde la autoría intelectual- es ni más ni menos que Ariel “Guille” Cantero, condenado en abril pasado a 22 años de cárcel como jefe de una “asociación ilícita” y como autor de un asesinato.

El ministro de Seguridad pidió, en declaraciones televisivas, que la Legislatura le permita a la Justicia y la Policía provincial avanzar sobre el tráfico de drogas minorista. Existe el marco regulatorio, la ley nacional nº26.052, que establece la desfederalización de ese delito, pero cada provincia debe homologarla con una ley propia, y eso es lo que está en discusión en el Legislativo.