¿Cuál es su posición política o ideológica hoy, en medio de este infierno inflacionario y monetario?

–Es una pregunta complicada de contestar para mí, porque me lo pregunto yo muchas veces. Confieso que suelo abstraerme de esas cosas, y refugiarme en el arte o en la lectura. Me cuesta entender hacia dónde van las cosas en la política. Ahora, me abstraigo pero no por mirar para otro lado, sino porque siento que las cosas pasan por otro lado. No adhiero al gobierno anterior ni a éste pero tampoco los condeno, porque me parece que las cosas pasan por otro lado. Siempre tengo un sentido intensivo y fuertísimo de que las cosas mejoren para todos... trabajo, dignidad y respeto para todos. Pero no tengo posturas políticas tomadas. Trato de leer libros de filosofía, más que de política. 

–¿Qué lee?

–Krishnamurti. El enseña a mirar las cosas sin opinar. ¿Qué pasa si no opinamos, si no tenemos prejuicios? ¿Qué pasa si la verdad, en vez de buscarla en la religión o en la política, la buscamos en nosotros mismos? En este sentido, Krishnamurti me voló la cabeza. La revolución va a ocurrir cuando cada persona haga su propio cambio interno, creo. 

–¿Qué repuesta puede dar un músico frente a eso? ¿Contemplación, escape, acción?

–¿Estamos obligados a dar respuestas? No sé, a veces esas respuestas se convierten en habladurías. Parecería que la sociedad necesita que los artistas hablen, y yo trato de buscar por otro lado. No soy un gurú para explicar por qué lado van a mejorar las cosas, pero creo que va por el de Krishnamurti... primero está el cambio interno y luego el externo. Creo que por ahí va la mejora de la humanidad. Ahora, dicho esto, estoy absolutamente preocupado por la situación reinante. Estoy preocupado por mí, por mi familia, por todo este país que no mejora sino que empeora. Entiendo que las cosas deberían funcionar para todos, y no para unos pocos. Desde el flanco que a cada uno le corresponda hay que generar alguna ayuda... respeto y admiro a mucha gente que es como ángeles en la tierra, y que se dedica a la ayuda social, pero el pueblo lo que necesita es que el gobierno que esté brinde respeto a la población y a los derechos humanos. 

–¿Cuál sería su flanco, entonces?

–En un comedor, brindando ayuda de la forma que sea, o una institución de niños con capacidades diferentes, donde ya me he sentido útil.