Desde Santa Fe

Miguel Lifschitz sugirió ayer profundizar “el camino del diálogo” y la búsqueda de “consensos” en la Legislatura, “si queremos que la ley de Educación se apruebe” en el Senado, donde el lobby del arzobispo de Rosario y presidente de la comisión de Educación del Episcopado, Eduardo Martín, logró frenar el trámite legislativo, no sólo de esa norma sino también de la ley de Educación Sexual Integral (ESI), ambas con media sanción de Diputados. El gobernador reivindicó como un “proyecto de avanzada” y “de vanguardia en la Argentina” el que envió en diciembre de 2017 a las Cámaras, que tenía un “consenso bastante amplio”, pero aceptó que los cambios que introdujo Diputados “tal vez generaron más rispidez” con la Iglesia. Por lo que recomendó “buscar los acuerdos necesarios” para la sanción de ambas leyes.

Lifschitz tomó distancia de la escalada política en la Legislatura, donde el lobby de Martín y de sus colegas de Santa Fe, Sergio Fenoy, de Rafaela, Luis Fernández y de Venado Tuerto, Gustavo Help, frenó la ley de Educación y generó cierto malestar en Diputados que la había aprobado por unanimidad el 20 de setiembre. “Siempre tenemos que encontrar el camino del diálogo, respetando y haciendo respetar el rol y la potestad que tiene el Estado para definir políticas públicas y particularmente en educación, pero también tratando de contener todas las miradas”, planteó el mandatario.

“El proyecto inicial del gobierno”, el que el Poder Ejecutivo remitió a la Legislatura en diciembre 17 fue “muy discutido” en la provincia. “Y ese proyecto inicial tenía un consenso bastante amplio. Lamentablemente, después se incorporaron otros puntos en el debate de la Cámara de Diputados, que tal vez generaron más rispidez” con la Iglesia católica.

Por lo tanto, “me parece indispensable, si queremos una ley que efectivamente se apruebe, buscar los acuerdos necesarios para que finalmente tengamos ley de Educación en Santa Fe”, insistió el gobernador.

Esa línea del diálogo, Lifschitz ya la había expresado al enviar su mensaje a la Legislatura, el año pasado. Dijo que el proyecto de ley de Educación era de “avanzada” y de “vanguardia en Argentina”, que planteaba “nuevos hitos en educación”, pero que “no rompe con las ideas de nadie”, sino que por el contrario “busca construir sobre el acuerdo y el consenso para mejorar la educación en las próximas décadas”, se ilusionó.