Dos balas de plomo aparecieron esta mañana en las puertas del acampe que mantienen desde enero los trabajadores del INTI para reclamar la reincorporación de los 258 despedidos. “Es un mensaje claramente mafioso e intimidatorio”, advirtieron desde ATE. Los trabajadores responsabilizaron tanto a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como a los directivos del organismo “por cualquier cosa de lo que ocurra con la vida o la integridad física de los trabajadores del instituto” y apelaron a la solidaridad de organizaciones sociales y políticas. Justamente hoy iban a realizar una asamblea conjunta con empleados de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en la que ahora se emitirá una declaración de repudio sobre lo sucedido.  .

A siete meses de iniciado el conflicto en el organismo ante la oleada de despidos que ejecutó el director Javier Ibáñez, los trabajadores encontraron hoy las dos balas, presuntamente colocadas a la madrugada, y descubrieron que también habían robado la computadora de la junta interna del local de ATE, que contenía los expedientes de todos los empleados cesanteados, además de documentos sindicales. Esa misma noche se registró también un robo en la casa de uno de los delegados, ubicada en el barrio de Moreno, aunque no le robaron nada y sólo dejaron la casa revuelta.

Por todos esos episodios, los trabajadores denunciaron “un cuadro general de represión”. “Entendemos que la escalada de violencia represiva no para, que nuestras vidas están en riesgo pero no vamos a dejar de luchar por la reincorporación de nuestros compañeros y para evitar el vaciamiento del instituto”, resaltó Giselle Santana, secretaria gremial de la Junta Interna de ATE en el INTI. Los empleados cesanteados recordaron además que hace apenas dos semanas un policía asignado a la seguridad del predio de San Martín desefundó su arma reglamentaria y realizó dos disparos dentro del instituto, a 100 metros del jardín maternal.

Daniel Luna, uno de los trabajadores despedidos al que la Justicia había otorgado una medida cautelar, luego revocada por la Sala I de la Cámara de Apelación, aseguró que se trata de “una campaña de persecución directa” y que ayer por la noche la casa de uno de los delegados fue revuelta.

“Es un intento de la patronal para poner a los trabajadores en temor y ocultar lo que está sucediendo en el Inti y en el país. Es una estrategia a las que nos tiene acostumbrado este gobierno. Ayer a la noche le robaron a un delegado en su casa, no le robaron nada y le revolvieron toda la casa”, le contó Luna a Página/12.  El delegado también puso el foco en la intrusión en el local del gremio y señaló la importancia del contenido en la computadora robada. “Teníamos expedientes de los despedidos e información que se ve que las autoridades quieren tener de primera mano porque no se me ocurre otro responsable. Ellos son los responsables políticos, y materiales”, agregó.