“Salvemos la cultura” fue la consigna de una manifestación con intervenciones artísticas que se realizó este mediodía en las puertas del anexo de Diputados del Congreso de la Nación. Un grupo de artistas, estudiantes, docentes y activistas coincidieron en esta jornada de lucha para denunciar el “vaciamiento y el ajuste” representados en una disminución del 19 por ciento del presupuesto previsto para la actividad en 2019. La Orquesta Sinfónica Nacional, que ejecutó el himno, es de los organismos más golpeados: el próximo año sus fondos podrían reducirse un 88 por ciento. Dentro del edificio, el oficialismo no obtuvo los votos necesarios para firmar el dictamen del presupuesto y su tratamiento continuará la semana próxima.

El sector cultural está movilizado porque “el presupuesto 2019 que mandó el Poder Ejecutivo no sólo no toma en cuenta la inflación sino que baja en valores nominales el presupuesto de un conjunto de actividades”, explicó a PáginaI12 el presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Daniel Filmus. Según un informe que lleva su firma, el golpe más grave es para la Sinfónica Nacional, cuyo financiamiento caerá un 88 por ciento si esos números son aprobados (de 8 millones pasaría a recibir poco más de 969 mil pesos). Los fondos para organismos estables se actualizaron un 25 por ciento, “muy por debajo de las proyecciones inflacionarias”. La Orquesta Juan de Dios Filiberto es otra de las más perjudicadas, con una caída del 83 por ciento en el dinero que recibe. 

La gestión de museos es otra de las áreas golpeadas. En este sentido, el dato más llamativo es que el Museo Nacional de Bellas Artes pasaría de recibir 113 millones de pesos a 72. El documento revela, además, que se eliminará el fomento a fiestas, ferias y festivales nacionales, en el marco de una caída de 19 por ciento en los fondos del programa de Promoción e Integración Cultural Nacional e Internacional. La difusión y el fortalecimiento del patrimonio cultural (cuyo presupuesto quedaría reducido en un 41 por ciento), el desarrollo y fomento de la cultura ciudadana y la economía creativa (iniciativas como el MICA, el mercado de industrias culturales, recibirían un 24 por ciento menos de dinero) y las bibliotecas populares (su apoyo experimentaría una caída del 26 por ciento) son otros sectores afectados. “Queremos colocar en el centro de la preocupación el tema de la cultura. (El presupuesto) todavía no tiene consenso del oficialismo. Suspendieron hoy y va a seguir (su tratamiento) la semana que viene. Vamos a hacer una audiencia pública el lunes para juntar reclamos para que el Ejecutivo tenga en cuenta”, puntualizó el diputado. La cifra total para 2019 es de 4973 millones de pesos. En tanto, el presupuesto de 2018 fue de 4480 millones. “Tendría que ser de 6039 millones”, estimó Filmus. 

“La Sinfónica viene con muchos problemas desde hace mucho tiempo. Esto se agrava porque la partida para su funcionamiento diario, para pagar a directores y solistas, pasa a ser de 900 mil pesos. Esto hace inviable la programación. Con este presupuesto no puede funcionar la orquesta. Es el organismo más atacado entre los estables. Es una situación crítica y alarmante”, aseguró el violoncelista y delegado Marcelo Massun. Esta mala noticia se suma a otros problemas que actualmente afronta la agrupación: salarios adeudados hace meses, aparte de que son los más bajos de todas las orquestas del país. Con el Himno Nacional dialogando con los ruidos urbanos, la Sinfónica dio inicio a las intervenciones artísticas que visibilizaron el reclamo. 

Al poderoso momento le siguió la presentación de un grupo de percusión de la carrera de música de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y, finalmente, el Ballet Folklórico de la misma casa de estudios ocupó la Avenida Rivadavia, parcialmente cortada al tránsito. La consigna “Salvemos la cultura” se replicaba en pañuelos y en stickers que los manifestantes colocaron en sus ropas. A un costado del improvisado escenario, el colectivo Malón pintaba una bandera con la misma leyenda; al otro se encontraba un frente de artistas visuales que denunciaba cambios en el reglamento del Salón Nacional de Artes Visuales, realizados “en forma inconsulta y arbitraria”. En tanto, el colectivo de Narradores Argentinos susurraba textos en los oídos de quienes se acercaban. Junto a Filmus, acompañaron la protesta otros referentes políticos, como Axel Kicillof, Gabriela Cerruti, Agustín Rossi, Victoria Donda, Cristina Alvarez Rodríguez y Leopoldo Moreau. Los trabajadores de la ahora Secretaría de Cultura llegaron con la bandera de ATE y con la heladera vacía del estatal, un objeto que habían utilizado para una protesta anterior, cuando denunciaron la degradación del Ministerio. También estuvieron presentes referentes del Centro Cultural de la Cooperación, del Caras y Caretas y la Asociación Argentina de Actores, miembros de La Bancaria y estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes. La manifestación es parte de un plan de lucha y su realización se definió el martes en una asamblea en el Centro Cultural Paco Urondo.

La actriz Lola Berthet y el director de la carrera de Artes de la UBA, Ricardo Manetti, leyeron un documento. Según advirtieron, en el presupuesto 2019 desaparecen los fondos destinados al mantenimiento y la reparación de museos y edificios históricos y el programa Puntos de Cultura, cae un 79 por ciento el presupuesto para la promoción y el apoyo a orquestas infantiles y juveniles y disminuye un 67 por ciento el sostenimiento de la Banda Sinfónica Nacional de Ciegos, entre otras cosas. “También denunciamos la emergencia que atraviesan las librerías, los centros culturales, las salas de teatro y las galerías de arte del sector privado y autogestivo, profundamente afectados por los aumentos en las tarifas de los servicios públicos y la caída del consumo”, añadieron. Por su parte, Diego Martínez, miembro del Consejo Directivo de ATE Capital y delegado de la Biblioteca Nacional, indicó: “Tenemos mucha preocupación de que se avecinen nuevos despidos. La baja del ministerio a secretaría achica tremendamente las tareas: es la antesala”. El sector espera la semana próxima lograr algún giro al terrible panorama.