El juez federal Claudio Bonadio dispuso congelar los fondos de una cuenta bancaria en Suiza con fondos por 20 millones de dólares detectada a nombre del ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción Carlos Wagner, arrepentido en la causa de las fotocopias de los cuadernos del chofer Centeno. Por otro lado, respecto a esta causa, el juez allanó ayer dependencias del Ministerio de Transporte en busca de información sobre subsidios ferroviarios pagados entre 2003 y 2015. 

El embargo sobre los 20 millones de dólares en Suiza fue promocionado desde Comodoro Py como el primer hallazgo de dinero que podría provenir de la corrupción en el reparto de la obra pública durante el kirchnerismo. Sin embargo, Wagner era empresario y no funcionario. En todo caso, se trataba de quien pagaba las coimas y no quien las recibía. Si los fondos resultaran pertenecerle, serían ganancias de las obras que realizó. 

De acuerdo con informes entregados en la causa por la Unidad de Información Financiera, la cuenta tiene un saldo de 20 millones de dólares y está a nombre de Wagner, procesado por asociación ilícita en la causa en la que también está acusada la ex presidenta Cristina Kirchner, entre otros ex funcionarios de su gobierno y empresarios. Bonadio dispuso trabar embargo preventivo sobre esa cuenta en Suiza, país con el cual la Argentina tiene convenios de colaboración.

Por otra parte, en la misma causa, el juez allanó dependencias del Ministerio de Transporte en busca de información sobre empresas concesionarias de ferrocarriles y subtes. El juez busca datos sobre las líneas Roca, San Martín, Belgrano Sur, Sarmiento, Mitre, Belgrano Norte y Urquiza y líneas ferroviarias en todo el país, además de subterráneos, precisaron las fuentes.

Durante el kirchnerismo, Carlos Wagner ocupó la presidencia de la Cámara Argentina de la Construcción y con su empresa Esuco consiguió contratos de obra pública por unos $ 7 mil millones. Aunque Wagner su nombre ya había surgido entre los implicados en los Panamá Papers, su situación judicial recién se complicó cuando apareció involucrado en las anotaciones de las fotocopias del cuaderno de Oscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta. 

En agosto, Wagner se convirtió en uno de los empresarios arrepentidos en la causa y en su declaración aportó datos que le interesaron a Bonadio y al fiscal Carlos Stornelli, por lo que luego fue excarcelado. 

Según lo que trascendió de esa declaración, Wagner dijo que negoció con el entonces ministro Julio De Vido que debía entregar como coima los adelantos de obra que pagaba el Estado, que oscilaban entre el 10 y el 20 por ciento del total presupuestado.