El tío de Sheila Ayala, la niña que fue encontrada muerta el pasado jueves en el partido bonaerense de San Miguel, se negó a declarar ayer ante el fiscal del caso, mientras que la tía de la víctima manifestó ante las autoridades judiciales que quería ser indagada. Fabián Ezequiel González Rojas, de 24 años, y Leonela Ayala, de 25, están sospechados de ser coautores de los delitos de homicidio agravado por alevosía y femicidio.

Ayer por la tarde, el fiscal Gustavo Carracedo, tras tomarle la indagatoria a González Rojas, quien se negó a declarar, se trasladó a la Maternidad Municipal María Eva Duarte de Perón, de Malvinas Argentinas, para indagar a Leonela, la tía de la víctima, y que se encuentra internada desde este viernes tras dar a luz a su hijo. Los servicios sociales de San Martín habían decidido ayer por la tarde retirarles la responsabilidad parental a los ahora acusados y trasladar a los chicos a un hogar temporario mientras se resuelve la situación. En tanto, trascendió que ya comenzaron los trámites para entregar en guarda también al niño que la acusada dio a luz el viernes.

Según la acusación fiscal, González Rojas quedó formalmente acusado como coautor del delito de . Mientras que Ayala, que es hermana del padre de la víctima y permanecía internada, está acusada por el delito de “homicidio agravado por alevosía” en calidad de coautora.

Los tíos de Sheila, tras quedar detenidos el pasado jueves, habrían confesado el crimen de la niña ante efectivos de la Policía, aunque esa declaración carece de valor judicial para la causa si no es realizada en el marco de una declaración indagatoria formal.

El fiscal Carracedo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°20 descentralizada de Malvinas Argentinas, consideró en la acusación que el crimen de la niña ocurrió entre el domingo 14 de octubre a partir de las 12 y el martes 16 en el interior de la casa de los imputados ubicada en el barrio Campo Tupasy, de San Miguel.

Además, el fiscal indicó en la acusación que realizó con los elementos recolectados hasta el momento, entre ellos la autopsia, que Sheila fue estrangulada a lazo con una sábana que le produjo la asfixia mecánica por compresión cervical, lo que la llevó a su muerte a consecuencia de un paro cardiorespiratorio traumático.

Para Carracedo, González Rojas y Ayala, los únicos dos detenidos por el caso, se aprovecharon de la situación de indefensión de la víctima a quien superaban en fuerza, y además consideró que el detenido “abusó de una relación desigual de poder con la víctima”. La fiscalía, antes de la indagatoria a los acusados, realizó la reconstrucción de los hechos y concluyó que los tíos de la menor “idearon un plan común” para matarla en su vivienda.

Horas antes de las indagatorias, se realizó el velatorio de la nena, del que participaron tanto vecinos como familiares, pero no estuvo su papá. También se vio a compañeros y amigos de la nena, que fueron a llevarle flores.

El velorio comenzó el viernes a las 20 en una casa de servicios fúnebres de Moreno. Allí llegaron primero sus familiares y con el correr de las horas se fueron sumando vecinos. Según dijeron a los medios que hacían guardia en el lugar, muchos no habían conocido a Sheila, pero decidieron acercarse al lugar para acompañar a su entorno y sumarse al pedido de justicia. 

Según contaron en la cochería, la mayor cantidad de gente se vio a la madrugada. La ceremonia se realizó con el cajón cerrado y hubo llanto y mucha angustia entre los presentes.