Las Madres de Plaza de Mayo impidieron que el gobierno porteño desmontara una obra que el artista plástico Alejandro Marmo les donó y que está instalada en la Plaza Congreso, frente a la sede principal de la asociación que dirige Hebe de Bonafini. 

Con el argumento de que “no cuenta con los permisos necesarios”, una cuadrilla del área de Espacios Públicos de la Ciudad intentó ayer por la mañana desinstalar la escultura que Marmo obsequió a la Asociación y que desde hace algunos días permanece en la plaza, frente a la sede del organismo, en Hipólito Yrigoyen entre Virrey Cevallos y Sáenz Peña. Empleados del organismo porteño acudieron al lugar munidos de una grúa mecánica y acompañados por efectivos de la Policía de la Ciudad. 

Al observar la situación, una madre de Plaza de Mayo se sentó protegiendo la obra. Luego llegó Bonafini. “Vinieron un montón de policías, dos patrulleros, motos. Ni se acercaron a explicarnos nada, directamente empezaron a querer sacarlo, por eso nos paramos ahí”, contó a este diario la presidenta de la asociación.

Al cabo de dos horas “de tensión”, las Madres impidieron que la grúa avanzara en su objetivo. “Se fueron diciéndonos que vendrían a la noche, y la verdad es que lo van a hacer, porque no les alcanza con hacer todo lo que hacen en el país. Nos quieren sacar todo, todo quieren romper”, continuó Bonafini. “A nosotros nos quieren romper un monumento, pero lo que pasa en el país es más grave. Porque a todos nos están rompiendo la vida”, concluyó.

Este diario se comunicó con el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, desde donde aseguraron que el monumento “va a continuar emplazado”. No explicaron, no obstante, los motivos por los cuales quisieron removerlo en más de una oportunidad.

La escultura es una de las tantas forjadas en hierro de descarte que integran la serie “El Abrazo”, de Marmo, y que están distribuidas en Buenos Aires y otras partes del mundo, como el Vaticano. “Ellos dicen que es muy grande, que es peligroso que esté ahí donde la pusimos, pero son mentiras. En realidad lo que buscan es destruir todo lo que nos hace felices”, apuntó Bonafini.

“Este regalo simboliza el abrazo a nuestros hijos, nuestro abrazo”, explicó. Lo recibieron varias semanas atrás y decidieron colocarlo en la Plaza Congreso, en donde hasta hace algún tiempo funcionaba una calesita. “Sacaron la calesita, pero nosotras seguimos pagando la luz porque queríamos poner ahí el monumento –comentó–. Habíamos armado un pedestal, queríamos poner una placa.” 

A mediados de septiembre, a través de las redes sociales de la Asociación Madres de Plaza de Mayo denunció al gobierno porteño por un “acto vandálico”: “En plena madrugada, destruyó la base de cemento” que habían construido para colocar la escultura, denunciaron. “Estas acciones intolerantes y vandálicas demuestran el hostigamiento hacia nuestra lucha”, advirtieron entonces. En diálogo con este diario, Bonafini sumó otro caso más: “Antes teníamos un gauchito Gil que habíamos puesto y en el que la gente dejaba ofrendas. Vinieron con un edicto y se lo llevaron.”