La alianza oficialista Cambiemos trabajaba ayer contrarreloj para pulir los acuerdos con los gobernadores del PJ y lograr que la bancada del peronismo federal (que tiene posición dividida) aporte las firmas para emitir hoy el dictamen de mayoría y votar mañana la media sanción del Prepuesto 2019 en la Cámara de Diputados. Ante la resistencia opositora, el Gobierno ya tuvo que resignar su intención de modificar la Ley de Administración Financiera, con lo que buscaba liberarse las manos para renegociar la deuda externa a valores y condiciones de mercado. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, fue a la Cámara baja y anunció fondos para sostener los subsidios al transporte de pasajeros en grandes ciudades del interior, un reclamo de su propia tropa. Faltaba definir los criterios de distribución de esos recursos.

El apuro del Gobierno responde a la necesidad de ofrendar al FMI la media sanción del presupuesto en Diputados antes de que el directorio del organismo financiero discuta el préstamo de 57.100 millones de dólares a la Argentina y el adelantamiento de su desembolso. 

Para eso, Cambiemos trabaja en varios planos. Especialmente por fuera del Congreso con los gobernadores dialoguistas del peronismo, con los que selló una serie de proyectos que acompañarán el debate por el Presupuesto. Cambiemos logró darles dictámenes de mayoría a varios de ellos: la adenda del Pacto Fiscal que firmaron 17 provincias y la CABA; la modificación de las alícuotas de Bienes Personales, y en Ganancias, para que las empresas actualicen sus balances de acuerdo a la inflación. No obstante, el ministro Nicolás Dujovne retrocedió en la suba de Bienes Personales ante los reclamos del sector agropecuario.

No fue el único retroceso del Gobierno. También abandonó la embestida para modificar la Ley de Administración Financiera, incluida como un artículo del propio Presupuesto. La Casa Rosada pretendía cambiar el texto para poder negociar la deuda externa a valores de mercado. Ante la resistencia opositora, el Gobierno ofreció una nueva redacción del artículo, pero el texto tampoco conformó a los opositores dialoguistas.

Ayer, en el despacho del presidente de la Cámara, Emilio Monzó, se discutió la creación de un fondo para sostener los subsidios al transporte público en grandes ciudades del interior. Un reclamo de la tropa de Cambiemos, especialmente alcaldes radicales. Hasta allí llegó ayer por la tarde Dietrich, con un nutrido grupo de asesores. El ministro informó que se incluirá un fondo de 5 mil millones de pesos para cubrir los “desequilibrios financieros” que podrían afectar a los municipios.

Aunque el oficialismo afirma que tiene los votos para aprobar el Presupuesto, la definición promete ser ajustada. En el interbloque Argentina Federal, que responde a la mayoría de los gobernadores peronistas, no hay una postura unánime. Por ahora los federales dividirían su votos entre la afirmativa, la abstención y el rechazo. El bloque se reunirá recién mañana por la tarde, tras la reunión de la comisión. El massismo también discute su postura, donde las voces por el rechazo crecen luego de ser marginados como interlocutores.

Por estas horas, Cambiemos trabaja en la reducción de daños. Busca sumar adhesiones o que crezca la abstención entre los federales y los massistas que no quieren acompañar el Presupuesto. Calculan que traspasarían ajustadamente la mitad más uno de los miembros de la Cámara. No quieren que el núcleo duro opositor, encabezado por el FpV-PJ, el flamante interbloque Red por la Argentina y el FIT capitalicen en votos la resistencia al presupuesto de ajuste que se expresará en la calle.