La automotriz Renault Argentina confirmó la decisión de cerrar Metalúrgica Tandil y despedir a sus 160 operarios, además de rescindir los contratos con 50 talleres relacionadas con la producción de autopartes. La firma de capitales franceses sostuvo que la fábrica necesitaría una inversión millonaria para seguir operando en un contexto de contracción del mercado automotor, y subrayó que, por el momento, resulta más rentable importar las piezas desde Brasil. En un último intento para evitar el cierre, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) presentó un plan de producción en la mesa de negociaciones, acerca de la cual la trasnacional todavía no respondió.  

"Estamos esperando el milagro", dijeron los trabajadores de Metaúrgica Tandil a la agencia NA tras la reunión en la sede del Ministerio de Trabajo bonaerense, que declaró la conciliación obligatoria tras el acampe de los trabajadores frente a la planta ahora clausurada. El objetivo del plan presentado por la UOM contempla la búsqueda de nuevos socios y la reconversión de la fábrica.

Los ejecutivos de Renault, por su parte, exhibieron balances negativos, señalaron la obsolescencia de la tecnología de la planta y las inversiones millonarias que habría que hacer en el futuro ante una eventual reapertura de la fábrica. "Empezamos el año con una proyección de ventas de un millón de autos y ahora estamos pensando en 600.000", advirtió el director de Recursos Humanos de Renault Argentina, Ludovico Martin.

En el mismo contexto, el Indec informó ayer que la economía retrocedió 1,6 por ciento en agosto, mientras que en lo que va del año la caída es del 0,9 por ciento. En el desplome de la economía, la Industria metalmecánica registró uno de los retrocesos más graves, con un rojo del 10,8 por ciento. 

El cierre de la planta, que producía componentes en hierro gris, hierro nodular y aleaciones especiales para el mercado automotor, camiones, agrícola, vial, ferroviario, petrolero y minero, es un duro golpe para un distrito de 120 mil habitantes como Tandil, ubicado 360 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, teniendo en cuenta que no sólo quedarán desamparados los 160 empleados directos sino también otros 50 de talleres satélites.