Un hombre ingresó hoy armado a una sinagoga de Pittsburgh y abrió fuego contra las aproximadamente cincuenta personas que se hallaban allí en el día de Shabbat. “¡Todos los judíos deben morir!", gritó al tiempo que disparaba. En su ataque asesinó a once personas, mientras que seis quedaron heridas de gravedad.

El director de Seguridad Pública de Pittsburgh, Wendell Hissrich, confirmó que el atacante fue identificado como Robert Bowers, de 48 años, y fue detenido por la Policía. Entre los seis heridos figuran cuatro efectivos de seguridad que hicieron frente a Bowers cuando este disparaba dentro del templo The Tree Of Life (El Árbol de la Vida) en la segunda ciudad del estado de Pennsylvania.

Se desconoce aún qué motivo a Bowers a atacar la sinagoga, aunque se especula con que lo haya hecho impulsado por ideas neonazis. Al parecer, se trata de un miembro asiduo de grupos supremacistas. "Estos actos de violencia sin sentido no son lo que somos como estadounidenses", declaró el gobernador Tom Wolf. "Mis pensamientos en este momento se centran en las víctimas, sus familias y en asegurar que la policía tenga todos los recursos que necesitan", agregó.

Por Twitter, el presidente Donald Trump se solidarizó y expresó que los hechos “son mucho más devastadores de lo que pensaba originalmente”. Aseguró que “el gobierno federal estuvo y estará” con las autoridades de la ciudad y del Estado.  Una de las marcas del gobierno de Trump es el apoyo de grupos de ultraderecha, como el Ku Klux Klan.

Hace algo más de un año, ante las demostraciones racistas de Charlottesville, el mandatario no repudió en un principio a los grupos neofascistas y dijo que entre ellos “hay algunas personas muy buenas”.

El hecho se da un día después del arresto de Cesar Sayoc, sindicado como el responsable de haber enviado cartas bombas a figuras del Partido Demócrata como Barack Obama y Hillary Clinton. Sayoc es un adherente a Trump y está registrado para votar como republicano. Antes de su arresto, Trump había dicho que las denuncias sobre las bombas eran un montaje de la oposición y los medios.

Quien también se solidarizó con las víctimas fue Benjamín Netanyahu.  "Todo el pueblo de Israel se aflige junto a las familias de los fallecidos. Estamos con la comunidad judía de Pittsburgh. Estamos con el pueblo estadounidense ante esta horrorosa brutalidad", señaló el premier israelí.