Los brasileños ya definen su futuro en las urnas y desde las ocho de la mañana eligen al candidato que se convertirá en presidente por los próximos cuatro años, en el ballottage que tiene como protagonistas al petista Fernando Haddad y al ultraderechista Jair Bolsonaro. Los resultados deberían conocerse poco después de las 22 horas, cuando se cierren los colegios electorales. 

El abanderado de la ultraderecha votó en la escuela municipal Rosa de Fonseca, dentro de una villa militar en Río de Janeiro bajo fuertes medidas de seguridad y sin hablar con la prensa. El ex militar parecía usar un chaleco a prueba de balas bajo una gruesa chaqueta verde, estilo militar, y se presentó al local junto con su esposa, Michelle Bolsonaro. Haddad todavía no emitió su voto, pero protagonizó un desayuno junto a su esposa Ana Estela en un hotel en la zona sur de la ciudad de São Paulo, antes de que comenzaran los comicios. 

En esta jornada, para la que están convocados unos 147 millones de votantes, también se elegirá en segunda vuelta a los gobernadores de 14 de los 27 estados del país, que completarán el mapa político que encontrará el nuevo mandatario, que asumirá el poder el próximo 1 de enero. Se espera que haya una gran concurrencia a las urnas, tal como el 7 de octubre, cuando Bolsonaro obtuvo el 46 por ciento de los votos, frente al 29 por ciento de Haddad. 

Las encuestas arrojan una potencial victoria en esta segunda vuelta electoral de Bolsonaro, el ex militar cuestionado por sus dichos misóginos, homofóbicos, racistas y antidemocráticos; pero en las últimas horas Haddad, designado por el ex presidente Lula Da Silva para representar al Partido de los Trabajadores ante su proscripción, logró acortar la distancia a ocho puntos. 

Los candidatos encarnan proyectos antagónicos. Uno, un polémico capitán de la reserva del Ejército nostálgico de la dictadura que promete una liberalización total de la economía, y el otro, un intelectual y ex ministro de Educación, que encarna el ideal social de Lula.

Haddad recibió un gran apoyo después que Bolsonaro, defensor público de la tortura, amenazara con virulencia a sus adversarios petistas: "O se marchan o van a la cárcel. Esos marginales rojos serán desterrados de nuestra patria", manifestó días atrás a poco de que comenzaran los comicios. 

En una oficina de voto frente a la playa carioca de Copacabana, Elias Chaim, estudiante de ingeniería y productor musical, de 23 años, votó nulo en la primera vuelta, pero ahora decidió votar por Haddad."No estoy muy animado, porque ninguno de los dos me gusta. Pero voy a votar por Haddad, porque el discurso de odio e intolerancia de Bolsonaro representa un riesgo para nuestro país", afirmó. Esos votos, los de los indecisos en la primera vuelta, son los que pueden llegar a dar una sorpresa en el país carioca. 

Quien también emitió su voto fue el actual presidente Michel Temer, quien asumió al Palacio de Planalto tras el golpe parlamentario que sufrió Dilma Rousseff en 2016. Desde la ciudad de San Pablo, en una breve declaración pidió que los ciudadanos "vuelvan a unirse" tras las elecciones. 

Temer emitió su voto en el colegio Santa Cruz de la ciudad de Sao Paulo, donde tiene su residencia privada, y reiteró que está "listo" para iniciar la transición y los contactos con el equipo de su sucesor, a quien le entregará el poder el próximo 1 de enero. Según Temer, "la transición comenzará mañana mismo o el martes" y los integrantes de su Gobierno pondrán a disposición del presidente electo "toda la información necesaria".