Vélez se impuso ayer ante Belgrano por 1-0 en Liniers y sumó su cuarto triunfo en los últimos seis partidos para empezar a olvidarse de la lucha por no descender y, además, acercarse al líder Racing. Con estos tres puntos, el equipo de Gabriel Heinze quedó a seis de la cima de la Superliga y a 18 de los puestos de peligro en la tabla de los promedios. Allí se ubica justamente el Pirata cordobés, que llegó a su séptimo encuentro sin conocer la victoria (tres igualdades y cuatro derrotas).

El elenco dueño de casa fue amplio dominador del encuentro de principio a fin. Prueba de ello fue que Belgrano no logró patear al arco custodiado por el ecuatoriano Domínguez durante los noventa minutos. La fórmula velezana es conocida, tenencia de la pelota (69 por ciento de la posesión) y apertura del campo de juego con las constantes subidas de sus laterales, Díaz por derecha y Cufré por izquierda. Y fue gracias a este último, que el equipo de Heinze pudo hacer la diferencia en el marcador. A los 67, el lateral zurdo tomó la pelota fuera del área y sacó un remate inatajable que dio en el travesaño y se metió en el arco de Rigamonti. El tiro desde larga distancia fue una de las constantes que mostraron los de Liniers durante todo el encuentro, pero siempre se encontraron con una buena respuesta del arquero ex Vélez, hasta allí la figura del encuentro.

Lo de Belgrano, mientras tanto, fue muy flojo. En el segundo partido bajo el mando de Diego Osella –quien asumió en lugar de Lucas Bernardi tras la caída 0-3 en el clásico cordobés con Talleres–, al Pirata no le salió nada y, además, sufrió dos pésimas noticias cuando terminaba la primera parte. Primero, fue expulsado Gil Romero a los 41, y luego, a los 44, Matías Suárez, principal arma en ofensiva de los cordobeses, se retiró lesionado.

Condicionado por el jugador de menos y sin su mejor carta de ataque, Belgrano buscó acercarse al arco rival a través de alguna pelota parada, pero no tuvo la puntería necesaria para vulnerar a los de Heinze que, a fuerza de buenos resultados, empiezan a soñar con la clasificación a alguna copa o algo más.