Desde Santa Fe

Las Abuelas de Plaza de Mayo y su presidenta Estela de Carlotto no pueden creer que el intendente radical de San Genaro, Gastón Marconcini, apele a un veto para anular la ordenanza del Concejo Municipal que eligió el nombre de ellas para una plazoleta de barrio. “Es una decisión insólita” y “ofensiva” que “desconoce la voluntad de los legisladores elegidos por el pueblo”. Y le pidieron que “revise la medida” y “aproveche” la polémica para explicar en su ciudad  “la importancia de sostener la viva la memoria” y sumarse a la búsqueda de “casi 300 nietos y nietas desaparecidos que aún viven con identidad falsa” en la Argentina.

Ante el planteo de Abuelas, Marconcini se victimizó. “Es descolocado. Se está politizando una situación que no debería” politizarse”, dijo por Radio Dos. Y admitió que “existe la posibilidad” de que vete la ordenanza porque los vecinos “están disconformes” con que la placita se llame “Abuelas de Plaza de Mayo”.  “No estoy cometiendo ningún delito por escuchar a los vecinos”, se justificó.

El mismo pedido de Abuelas a Marconcini para que no vete la ordenanza ya lo habían hecho el Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe (que integran Madres de plaza de Mayo, Hijos, Familiares de Desaparecidos y otros organismos) y la organización Hijos de Rosario, que le propuso hacer un encuentro sobre el derecho a la identidad en la misma plazoleta a la que ahora le quiere cambiar el nombre.

Carlotto y las Abuelas reaccionaron ante el anuncio de Marconcini de vetar una ordenanza que denomina Abuelas de Plaza de Mayo a una plazoleta de San Genaro. “La insólita decisión desconoce la voluntad de los legisladores elegidos por el pueblo”. “Marconcini advirtió a la prensa que vetará esta ordenanza, que fue aprobada por mayoría en el Concejo Deliberante, porque, según dice, ‘los vecinos están muy disconformes’ con el nombre elegido para la plaza y, en su lugar, quieren que se le asigne el de un médico local”.

“La ordenanza sostiene: “La lucha y compromiso de las Abuelas de Plaza de Mayo por justicia y derechos humanos ha recibido el reconocimiento nacional e internacional por parte de gobiernos, instituciones y organizaciones y es perentorio que la ciudad de San Genaro reconozca esta tarea y su trayectoria intachable a lo largo de la historia del país”.

“Las Abuelas de Plaza de Mayo llevamos 41 años de búsqueda pacífica y amorosa. Nos resulta ofensivo que el intendente utilice el instrumento del veto para pasar por encima de la decisión de otro poder del Estado, con el objetivo de desconocer nuestra histórica labor. Esperamos, entonces, que Marconcini revea su decisión y aproveche la oportunidad para explicar a su comunidad la importancia de sostener viva la llama de la memoria y sumar su granito de arena para el encuentro de los casi 300 hombres y mujeres que aún viven con una identidad falsa”, le plantearon.

Sin embargo, Marconcini insistió en su papel de víctima. “Los medios me golpearon como si fuera un violador de los derechos humanos. ¿Qué estoy haciendo algo tan mal? Escuchar a los vecinos y tratar de dar una respuesta”, dijo. “No es por una cuestión de capricho ni mucho menos”, sólo “trato de escuchar a los vecinos que no están de acuerdo con el nombre que eligió el Concejo” y les “he pedido que me acerquen una nota porque tengo un plazo para vetar” la ordenanza.