El alegato del abogado Silvio Alfonzo, querellante en representación de la familia de Fabián Gorosito, fue contundente: pidió perpetua para tres de los 12 acusados (11 uniformados y una mujer no policía), y acusó a penas de entre 8 y 18 años a ocho de los restantes, mientras que por uno no presentó pruebas en su contra. En cambio, el fiscal del caso, Antonio Ferreras, no acusó por el crimen porque sostuvo no contar con las pruebas suficientes, y pidió penas de entre 8 y 16 años para seis uniformados y la mujer. La acusación del fiscal marcó una brecha importante entre la fiscalía y la familia querellante. Alfonzo llegó a sostener que el papel de la fiscalía fue “una vergüenza”.

El abogado que representa a María Veira, madre de Gorosito, pidió la perpetua para Adrián Giménez, Pablo Nievas y Hernán Oviedo, durante una extensa jornada de alegatos ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de Morón. Los tres fueron acusados de haber secuestrado a Fabián Gorosito, de 22 años, quien según la acusación tenía relaciones con Aixa Soledad Sosa, que en aquel momento estaba en pareja con Giménez.

Tres días antes, uno de los amigos de Gorosito fue confundido con la víctima. “El episodio previo es parte de un raid delictivo en el que los policías buscaban a Gorosito con el ardid de que procuraban detener al supuesto ladrón del arma de Giménez”, recordó Alfonzo y añadió que para el particular damnificado el verdadero móvil de los acusados fue vengarse por celos. En la búsqueda de Gorosito, los policías se encontraron con los tres amigos de la víctima y a uno de ellos lo confundieron con Gorosito. Los secuestraron a los tres y los torturaron hasta que se dieron cuenta del error. De esa primera acción, Alfonzo acusó a Raúl Ortiz, Cristian Fortunato, Luis Fernández, Gabriel Sánchez, Leonardo Ose, Marcelo Dipierro y Gonzalo Cueli, y la mujer, Aixa Soledad Sosa, y pidió por ellos entre 8 y 18 años. Y a Adrián Giménez, Pablo Nievas y Hernán Oviedo los acusó de “privación ilegal de la libertad y torturas seguidas de muerte” en perjuicio de Gorosito (22). Sólo no imputó al ex policía Rubén Villalba.

Por su parte, el fiscal Antonio Ferreras no imputó a ninguno de los acusados por el crimen de Gorosito por considerar que no quedó probado que la víctima haya estado secuestrado en la comisaría de Mariano Acosta, donde prestaban servicios los ex policías, ni que hayan sido los autores y/o partícipes de los tormentos que provocaron la muerte.

El fiscal pidió penas de 8 y 16 años de prisión para Giménez, Nievas, Dipierro, Fortunato, Cuelli, Oviedo y Sosa pero por el secuestro y torturas de los tres jóvenes amigos. 

Este es el segundo juicio que se lleva por el caso. En 2013, el TOC 4 de Morón había absuelto a los 12 imputados por falta de pruebas, aunque esa decisión fue luego revocada luego por el Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires, que ordenó un nuevo proceso.

El crimen ocurrió el 15 de agosto de 2010, cuando Gorosito, quien trabajaba en un frigorífico situado en la estación de Agustín Ferrari, apareció muerto en un descampado ubicado en las calles Gabriel Mistral y 24 de Noviembre, junto a las vías de la ex línea Belgrano.

Según la instrucción de la causa, el joven había ido a comprar a un kiosco y allí fue interceptado por policías a bordo de un auto particular y dos motos. Luego fue llevado a la seccional local, donde se cree que lo torturaron, y lo llevaron malherido hasta el descampado. Allí finalmente lo asfixiaron. 

En principio, los policías trataron de hacer pasar el hecho como un accidente (una intoxicación y posterior caída a una zanja), pero los peritajes establecieron que sufrió severos castigos antes de ser asesinado y que murió por asfixia mecánica. También una mujer testimonió que había visto la escena en la que arrastran a Gorosito en el descampado.