A pesar de que todavía no asumió como presidente de Brasil, Jair Bolsonaro dio una nueva señal sobre el tipo de política internacional que guiará su gestión: siguiendo los pasos de Estados Unidos, el ultraderechista anunció a un diario israelí que tiene la intención de trasladar la embajada de su país en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. Además, adelantó la posición que tomará respecto al histórico conflicto en la Franja de Gasa, al estimar que Israel debería ser libre para elegir su capital. 

En medio del conflicto desatado por las declaraciones de su futuro ministro de Hacienda, Paulo Guedes, contra el Mercosur y Argentina; ahora fue el mismo Bolsonaro el que dio indicios sobre la postura que tomará Brasil en Medio Oriente. "Cuando me pedían, durante la campaña, si lo haría cuando fuera presidente, yo respondía 'sí, son ustedes los que deciden cuál es la capital de Israel, no las otras naciones'", subrayó en una entrevista publicada el jueves por el diario Israel Hayom, favorable al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Netanyahu había celebrado el domingo la victoria de Bolsonaro e incluso había señalado que esta "conduciría a una gran amistad entre (sus) pueblos y al refuerzo de las relaciones entre Brasil e Israel". Además, adelantó su participación en la ceremonia de investidura del ex militar el 1° de enero. 

Los palestinos reivindican Jerusalén Este, anexionado por Israel, como la capital del Estado al que aspiran. Las embajadas extranjeras en Israel se ubicaron en Tel Aviv y no en Jerusalén por este conflicto, aunque Estados Unidos rompió con décadas de diplomacia en diciembre de 2017 al mudar su sede diplomática, decisión que fue seguida por Guatemala, Honduras y Paraguay (aunque este último ya la reubicó).