2 Central: Ledesma; Bettini, Caruzzo, Ortiz, Parot; Camacho, Ortigoza, Gil, Carrizo; Herrera, Zampedri. DT: Edgardo Bauza.

1 Newell’s: Aguerre; Nadalín, Fontanini, Paredes, Bíttolo; Amoroso, Rivero, Bernardello, Fértoli, Formica; Leal. DT: Omar De Felippe.

Goles: ST: 17m Herrera (C), 23m Zampedri (C) y 45m Torres (N)

Cambios: ST: 19m Oviedo por Amoroso (N), 24m Torres por Rivero y Figueroa por Formica (N), 32m Lioi por Herrera (C), 39m Arismendi por Camacho (C) y 45m Pereyra por Lovera (C).

Arbitro: Patricio Loustau.

Cancha: Arsenal.

Expulsados: ST: 28m Paredes (N) y Carrizo (C), 31m Bernardello (N).
 

 

Con un taco de Herrera y un puntazo cruzado de Zampedri, Central se quedó con un clásico que sacó a Newell’s de Copa Argentina. Las emociones descansaron en la tensión que reúne el partido de la ciudad. El juego no entusiasmó a nadie. Central arrastró los problemas de siempre para generar algo en el arco rival. Newell’s se esforzó por construir jugadas asociadas, pero no fue más que buenas intenciones. Después de casi una hora de fútbol sin ver nada en los arcos, un tiro de esquina abrió el partido con un golazo del goleador de la temporada de los canayas: Germán Herrera, con un elegante taco de espalda al arco. Hubo tres expulsados, buen gol de Zampedri y descontó Joaquín Torres, aunque ya sin tiempo para la heroica.

El clásico salió como todos esperaban. Sin jugadas de gol. Lo único que entusiasmaba eran las pelotas paradas, y en eso Central es bueno.

El clásico comenzó con Central parado en campo rival y con la pelota en sus pies. Pero sin progresar y en diez minutos el incipiente dominio de desvaneció.

Newell’s lo empujó con un poco más ambición para pensar en el arco rival. Los avances eran con corridas de Bíttolo, sin dudas el más incisivo, y se mostraban Fértoli y Formica. Leal, en cambio, prefirió no intervenir mucho. Para destacar, un desborde hasta el fondo de Amoroso que Ledesma controló cuando el volante sacó el centro atrás.

Los problemas de Central son claros. Carrizo y Camacho no juegan en ataque. No se muestran y si tienen la pelota nunca ofrecen pases ofensivos. Las limitaciones canayas se repetían. Pero como ocurre desde hace tiempo con este equipo, una pelota parada disimuló sus carencias.

Sebastián Granata
Estadio sin hinchas. Otra de las postales del clásico fuera de la ciudad.

Después de una torpeza de Paredes, al bajar fuera del área a Zampedri con un innecesario topetazo, Aguerre desvió al corner el tiro de esquina y en la ejecución Herrera volvió a marcarle a Newell’s. El goleador corrió al primer palo y tiró un taco para definir de espaldas al arco. El balón  entre por el palo que custodiaba Fértoli y la táctica del clásico se hizo añicos.

Porque el rojinegro se derrumbó y desesperó. Todavía no había asumido el golpe la Lepra que Herrera estrelló un derechazo a colocar sobre el segundo palo y una pelota que perdió Bíttolo en el medio con Camacho derivo en gol de Zampedri que un muy buen puntazo cruzado.  Aunque quedaban más de 20 minutos de partido, el clásico ya era de Central. Lo sentía el canaya y lo asumía la lepra, en su caso por impotencia.

Paredes completó sus macanas con un manotazo a vio la roja junto a Carrizo. Después de hizo expulsar Bernadello. Ya vencido Newell’s, descontó Torres con remate al palo derecho de Ledesma.

Central sacó del medio para empezar su festejo. No había más nada para jugar. Central llegó al último minuto con ansiedad para soltar el grito ganador en la soledad de un estadio vacío. Entre cantos y abrazos en los auriazules, Newell’s buscó rápido el regreso al vestuario.