A pesar de un flojo desempeño y a una serie de desafortunadas lesiones –Zaracho, Saravia y Soto tuvieron que pedir el cambio–, el líder Racing se impuso ayer 1-0 a Newell’s en Avellaneda con un gol de Cristaldo, y tomó mayor distancia de sus perseguidores (Atlético Tucumán, Unión y Godoy Cruz quedaron a siete puntos; mientras que Defensa y Justicia, de ganar hoy, puede quedar a cinco). Para los rosarinos, que venían de quedar eliminados de la Copa Argentina por Central, la derrota estiró la mala racha que cosechan como visitantes, condición en la que no puede ganar desde noviembre del año pasado (un total de 14 partidos, con dos empates y 12 caídas).

El equipo de Coudet venía de realizar un gran segundo tiempo para revertir la historia ante San Lorenzo en la fecha pasada (iba perdiendo 1-0, lo ganó 2-1) y ese recuerdo se hizo presente en los locales hacia el final de la primera parte. Pero no porque se augurara un gran nivel del puntero en el complemento, sino porque lo hecho en los primeros 45 era bastante flojo. Casi malo. Sin embargo, todas esas sensaciones de pronto se borraron de un plumazo. O mejor dicho, de un cabezazo. Cuando se terminaba la primera parte, Cristaldo metió un gran frentazo que dejó parado al arquero Aguerre tras un córner de Pol Fernández y puso el 1-0 para que el dueño de casa se vaya aliviado al entretiempo.

Hasta allí, todo había sido nervios para los de Avellaneda. Primero porque las cosas no le salían en lo futbolístico –Newell’s hizo un muy buen trabajo al obstaculizar la salida limpia con el chileno Marcelo Díaz, algo clave en el esquema de juego propuesto por Coudet–. Y segundo, porque ya había visto salir por lesión a dos de sus mejores jugadores, Zaracho y Saravia. El lateral y el mediocampista citados por Lionel Scaloni para los próximos duelos de la Selección se fueron al vestuario tempranamente y tuvieron que ser reemplazados por Pillud y Neri Cardozo, respectivamente. El ingreso del defensor de 32 años fue muy bueno, siendo opción constante por la banda derecha –una subida de él generó el córner del gol–. El del volante, no tanto. Es más, la primera acción del ex Boca en el partido fue una falta en la puerta del área que luego Leal ejecutaría hacia las nubes.

Newell’s, por su parte, con el orgullo herido tras la derrota en el clásico en la semana, fue más directo que el elenco local y logró hacerse dueño de la pelota desde el inicio con la buena tarea de Bernardello en el mediocampo. Pero, a la visita, le costó encontrar a sus jugadores de ataque, Formica y Leal, en posición de peligro. Recién sobre el final, el africano tuvo su mejor opción, pero Javier García –quien ocupa el lugar del lesionado Arias desde hace tres encuentros– le ganó el pie a mano.

“No fue el mejor partido pero teníamos que ganarlo. Podemos dar mucho más. Ganando se hace más fácil mejorar”, definió Coudet en la conferencia de prensa, sin dejar de lado el deslucido desempeño de los suyos. Pero eso poco importa en Avellaneda, donde se sigue disfrutando del liderazgo.