La Justicia de San Isidro condenó con penas que van desde los 4 a 7 años de prisión a las empleadas del jardín Tribilín acusadas de maltratar física y psicológicamente a las niñas y niños que concurrían a dicho establecimiento. Las mujeres a cargo del cuidado de los “menores incapaces de valerse por sí mismos”, Yanina Gogonza, Noelia gallardo, Mariana Buchnivi, Gisela Diap y Noemí Núñez, fueron declaradas culpables por los delitos de “abandono de persona agravado por haber causado grave daño en la salud de las víctimas”.

El tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro determinó que todas las acusadas “colocaron en riesgo la salud tanto física como psíquica de los niños que asistían” al jardín. Núñez, directora de la institución, recibió la mayor condena, de 7 años y 6 meses. Todas además fueron condenadas a prisión e inhabilitación por 10 años para volver a ejercer un cargo de cuidado de niños.

Buhnivi, la vicedirectora del jardín, fue condenada a 5 años y 6 meses. Gogonza y Gallardo, cuyas voces se escuchan en los audios que develaron los tormentos a los que eran sometidos los niños, deberán cumplir una pena de 7 años y 6 años y tres meses de prisión, respectivamente.

Los jueces Hernán San Martín, Federico Ecke y María Coelho consideraron que los niños, de entre seis meses y cinco años, fueron sometidos a “tormentos”, a los que definieron como “eventos altamente traumáticos”, y que las acusadas cometieron “maltrato infantil”. “Dejaron en los niños importantes secuelas físicas y psíquicas”, aclararon al resaltar tanto la extensión en el tiempo del daño, que habla de cierta “ritualidad en el maltrato” y de poner el énfasis en que el hecho es grave por ser ellas “garantes de los derechos de los niños” en ese marco institucional.

El 18 de octubre, la fiscalía, a cargo de Carolina Asprella y Gonzalo Acosta, había solicitado  la pena de 10 años de prisión por el delito de abandono de persona agravado. Por su parte, la querella, representada por Sergio Arenas, pidió 12 años, porque sumó el delito de amenazas a la acusación. Pero el tribunal hizo caso omiso a este último punto y concluyó que las acusadas “obraron con pleno conocimiento de su reprochable accionar “ al condenarlas por “abandono de persona agravado”. 

Desde el comienzo de la instrucción, las acusadas Gogonza, Gallardo, Buchniv, Diap y Núñez gozaron del beneficio de la eximición de prisión, a pesar de los contantes pedidos de la Fiscalía y la querella. La situación cambió el 20 de octubre, cuando el mismo tribunal anticipó su sentencia condenatoria al reclamar su detención. 

Los maltratos físicos y verbales contra nenas y nenes de entre 1 y 5 años que concurrían al jardín Tribilín fueron denunciados en 2013 por un padre. El hombre sospechaba que su hija era maltratada en la institución, por lo que decidió ponerle un grabador en la mochila. Así registró cómo las maestras agredían a los niños. “Ponete a guardar enfermo mental”, es sólo una de las frases que se escuchan en las grabaciones. En el audio de cuatro horas ininterrumpidas se escuchan gritos, amenazas e incluso golpes.