El suizo Roger Federer brilló ayer de tal manera ante el checo Tomas Berdych en el Abierto de Australia que acabó la jornada sorprendido por su propio tenis. El ex número uno del mundo solucionó su partido de tercera ronda ante Berdych por 6-2, 6-4 y 6-4 en apenas una hora y media de juego en la cancha Rod Laver. “Lo más bonito de esta noche es que fue inesperado para mí, y por lo que veo para mucha gente también, y fue ante un jugador ‘top’”, dijo Federer al término de una jornada en la que el resto de favoritos también avanzó a los octavos de final.

El día después de la inesperada derrota de Novak Djokovic, ninguno de los aspirantes a la corona que dejó vacante el serbio se dejó sorprender: el británico Andy Murray superó a Sam Querrey por 6-4, 6-2 y 6-4; Stan Wawrinka batió a Viktor Troicki 3-6, 6-2, 6-2 y 7-6 (7); y Kei Nishikori hizo lo propio con Lukas Lacko por 6-4, 6-4 y 6-4.

Si los focos del jueves fueron para Denis Istomin y su triunfo sobre Djokovic, ayer el centro de la escena fue para Federer y su exhibición ante Berdych, número diez del ranking mundial. Federer está regresando al circuito en Melbourne después de seis meses sin competir por una lesión de rodilla, el periodo más largo en el que estuvo de baja en toda su carrera. El actual número 17 del mundo disputó a principios de enero el torneo de exhibición de la Copa Hopman, pero su primer partido oficial desde las semifinales de Wimbledon en 2016 fue en el Grand Slam australiano.

“No esperaba ganar a Berdych por este marcador, sin tener break points en contra, haciéndolo tan bien con mi servicio. Fue una gran sorpresa para mí”, dijo el campeón de 17 Grand Slam tras el encuentro. “Desde el fondo de la pista me sentí infinitamente mejor que en las dos primeras rondas. Es maravilloso. Estoy realmente feliz”, celebró el tenista de 35 años, que tendrá un durísimo test en octavos ante Nishikori.

Federer aseguró que el desarrollo del partido ante Berdych le recordó al de sus mejores tiempos. “De verdad creo que ya he tenido esta sensación antes, esa sensación de saber que no vas a perder si seguís mentalmente en el partido”, explicó el tenista de Basilea.

Murray, número uno del mundo, sumó ante Querrey su victoria número 48 en Australia, empatando en la cuarta posición del ranking histórico de la Era Abierta con Andre Agassi e Ivan Lendl, su entrenador. El británico perdió las cinco finales de Australia que jugó, cuatro de ellas ante Djokovic. Si pierde la de 2017, no será ante el serbio. “A mí ahora no me afecta su eliminación porque no puedo jugar con él hasta la final. Si llego a la final creo que sí tendría algún efecto porque tuve algunas derrotas duras ante él aquí”, destacó el escocés. Murray chocará en octavos con el alemán Mischa Zverev, que superó por 6-1, 4-6, 6-3 y 6-0 al tunecino Malek Jaziri.

Wawrinka, campeón en Australia en 2014, se tuvo que recuperar de un mal inicio ante Troicki, que ganó el primer set, pero acabó llevándose el partido en un emocionante tie break en el cuarto parcial. Su siguiente rival en octavos será el italiano Andreas Seppi, que batió al belga Steve Darcis por 4-6, 6-4, 7-6 (1) y 7-6 (2). También alcanzó los octavos de final el francés Jo-Wilfried Tsonga. Finalista en Melbourne en 2008, el galo superó al estadounidense Jack Sock por un igualado 7-6 (4), 7-5, 6-7 (8) y 6-3, y en la próxima ronda se medirá con el británico Daniel Evans, verdugo del último australiano en el cuadro masculino, Bernard Tomic, por 7-5, 7-6 (2) y 7-6 (3).