Luego de ser extraditado desde Estados Unidos y detenido como parte de la llamada “mafia de los contenedores”, Mariano Martínez Rojas fue procesado por haber “entorpecido las comunicaciones de un servicio radiofónico”, en lo que fue la previa al ataque que sufrieron Radio América y el periódico Tiempo Argentino, luego de que su anterior dueño, Sergio Szpolski, supuestamente le vendiera esos medios. Martínez Rojas irrumpió junto a matones el 11 de junio de 2016 en la planta de Radio América y cortó la transmisión. Además de procesarlo, el juez federal Daniel Rafecas también lo embargó por unos 300 mil pesos.

La causa contra Martínez Rojas comenzó el mismo día que interrumpió la transmisión mientras aseguraba que la radio era suya, algo que nunca pudo probar. La planta transmisora estaba ubicada en Pergamino 4055, de la Ciudad de Buenos Aires.

En la acusación advirtieron que Martínez Rojas “de manera intempestiva, decidió poner fin de una manera violenta a la transmisión de dicho medio de comunicación masivo, dejando de lado todo el procedimiento legal que rige en materia de radiocomunicación”. “Martínez Rojas junto con sus matones, le ordenó al operador de planta en turno que corte la transmisión (...) nunca más la radio volvió al aire. Y Martínez Rojas y sus matones quedaron allí adentro en la planta, conviviendo con los operadores”, advirtieron.

“La conducta desplegada adquiere aún más gravedad porque, a la violenta situación que creó y generó en ocasión de poner fin a la vida comunicacional de Radio América, alegó derechos de propiedad sobre la frecuencia de dicha emisora que a la fecha no poseía, ello de conformidad con el Ente que regula la materia”, remarcó el juez. 

“Juan Mariano Martínez Rojas interrumpió la continuidad del servicio de radiodifusión (...) oponiendo resistencia de hecho, frente a los trabajadores de la emisora, que procuraban restablecer el servicio y afectando in situ el servicio de comunicación de toda la sociedad”, señaló el juez. Aquel fue el preámbulo del ataque a los medios que protagonizó también Martínez Rojas. Ante ese ataque a la libertad de prensa, Mauricio Macri solo atinó a culpar a los trabajadores de una supuesta usurpación que no era tal.