En Jujuy, comenzó un nuevo juicio a la dirigente social Milagro Sala, detenida en forma irregular prácticamente desde la asunción del gobierno de Cambiemos. Esta vez se trata de la causa conocida como “la balacera de Azopardo”, que investiga un hecho ocurrido en 2007, en San Salvador de Jujuy, donde se produjo un tiroteo que terminó con una niña de 11 años herida. La líder de la Tupac Amaru está imputada del presunto delito de tentativa de homicidio. El Tribunal Oral en lo Criminal 2 también juzga a Fabián Alberto Ávila y Alberto Cardozo. Milagro Sala estuvo presente en la audiencia junto a sus abogadas y luego fue nuevamente trasladada a la casa del dique La Ciénaga, donde cumple prisión domiciliaria. Con un patrón similar al de otras causas iniciadas contra Sala, en ésta la dirigente social fue involucrada a partir de los dichos de alguien que asegura haber recibido órdenes de ella: en este caso, Jorge Rafael Páes, quien en su declaración indagatoria como imputado (es decir, sin obligación de decir verdad) dijo que Sala ordenó “limpiarlo a Beto Cardozo”. Páes y Ávila habían sido denunciados por Cardozo por intento de homicidio. Tras involucrar a Sala, Páes obtuvo su sobreseimiento en el caso. Avila denunció que fue apretado en la cárcel para que acusara a Sala: “Apareció el juez Pullen Llermanos (...) me dijo que no me querían preso a mí sino a Milagro Sala, que si colaboraba me dejaba en libertad”. Ayer, en el inicio del juicio, comparecieron tres testigos que se refirieron a la situación de la niña herida aquel día.