El Concejo municipal aprobó ayer una resolución por la que se dispone la remoción de íconos religiosos de escuelas y hospitales públicos de Rosario. La iniciativa, impulsada por la concejala Celeste Lepratti, había tenido un antecedente fallido a nivel provincial. “El Estado debe garantizar la libertad y el derecho a profesar cualquier culto, pero desde la laicidad, contemplando y conteniendo las elecciones de cada uno. No puede poner una por sobre la otra”, explicó Lepratti.