La venta de maquinaria agrícola medida en unidades cayó fuertemente en el tercer trimestre frente al mismo período del año pasado. Las cosechadoras y tractores presentaron bajas del 65,1 y el 53,9 por ciento, respectivamente, mientras que los implementos cayeron un 35,4 por ciento y sembradoras, 19,2 por ciento. El derrape en las ventas del sector se explica por la sequía que redujo la producción de soja pero también por el impacto de la crisis económica local en pequeños y medianos productores. El deterioro de la maquinaria agrícola afecta al sector metalúrgico. Según datos oficiales, la metalmecánica cayó en septiembre un 20,5 por ciento y acumula en nueve meses una merma interanual del 4,6 por ciento.

En términos de facturación, la venta de maquinaria agrícola en el tercer trimestre alcanzó un total de 7.576,6 millones de pesos, lo cual implica una baja de 8,7 por ciento en la comparación interanual, informó ayer el Indec. Para el segmento de tractores, la caída de las ventas fue de 9,7 por ciento, mientras que subió la facturación en sembradoras en un 23,9 por ciento. En cosechadores hubo una baja de facturación del 38,5 por ciento, aunque la venta de implementos avanzó un 2,1 por ciento. Tractores y cosechadores, los dos rubros cuya facturación cayó, explican la mayor parte de la inversión en maquinaria del sector agropecuario.

Se vendieron 884 tractores de fabricación nacional en el tercer trimestre, mientras que en el mismo período de 2017 se habían vendido 1875 unidades. En tanto, los tractores importadores bajaron de 1022 a 451 unidades. En la primera mitad del año, la caída acumulada es de 32 por ciento. Las cosechadoras nacionales bajaron de 203 a 71 unidades, mientras que la importadas cayeron de 89 a 31 unidades.