Arqueólogos egipcios encontraron decenas de momias de gato en tres cámaras funerarias cerca de la capital, El Cairo, que datan de hace más de 3.000 años, informó ayer el ministro de Antigüedades, Jaled al Enani. En las mismas cámaras, que servían como necrópolis para los gatos, los especialistas hallaron un centenar de estatuas de madera doradas y una escultura de bronce que representa a la diosa felina Bastet, considerada protectora contra el mal y venerada como diosa de la fertilidad. Los investigadores creen que decenas de millones de animales fueron momificados porque, en la cultura egipcia, desempeñaban un importante papel a la hora de homenajear a los dioses.