Cuando asumió la presidencia del PJ santafesino Ricardo Olivera se comprometió a "no ser candidato ni pasarme al PRO". Como toda broma tiene un trasfondo serio, y en este caso podría decirse que más de uno sino tres: Carlos Reutemann, Norberto Nicotra y Ricardo Spinozzi, quienes precedieron al ex senador por San Justo en la jefatura del peronismo son legisladores del PRO. Este dato, en buena medida ayuda a explicar la debacle del peronismo que desde la derogación de la promiscua Ley de Lemas no ha vuelto a ganar la gobernación ni los municipios más importantes de la provincia. Este experimentado legislador ‑tres veces senador departamental y una diputado‑ llega a la presidencia partidaria por aclamación, y al frente de una conducción que como le gusta decir "tiene a todos adentro". En efecto, después de mucho tiempo, y más allá de las internas que habrá por delante para definir candidaturas, la conducción del PJ santafesino incluye a la juventud ‑en diferentes expresiones‑ los gremios, la rama femenina y referentes de las agrupaciones más importantes de la provincia. "La estrategia es armar de abajo hacia arriba, de otro modo nos ha ido mal, y eso requiere mucho diálogo y compromiso" dice Olivera, quien además es economista y claramente sostiene que "el peronismo no comparte este modelo. Desde ya que la situación económica en los sectores de la producción es preocupante, como el retiro del estado o la caída del consumo interno". Como se ve, por si hay dudas razonables, quien conduce el PJ cree que "tenemos que tener un discurso opositor que construya, lo mismo en relación a la provincia y para eso es que vamos a caminar mucho", sostiene el contador que ya ha recorrido los 19 departamentos y tomado contacto con los referentes de cada territorio.

En febrero el PJ comenzará una serie de reuniones con diferentes sectores ‑especialmente internos‑ para perfilar la estrategia y luego las candidaturas para los comicios de la primavera. Participan de esta idea no sólo la conducción partidaria sino el Foro de Intendetes, los 11 senadores departamentales y los secretarios generales de organizaciones sindicales como la UOM o Smata ‑para citar los gremios más fuertes‑. Un síntoma de la armonía que por ahora se observa en que un puñado de reuniones en las que se trataron la posición del partido frente a la reforma constitucional y el calendario electoral; hubo unanimidad y en poco tiempo. A esto ha contribuido la posición de los principales dirigentes del proyección nacional, como el senador Omar Perotti que ha dicho que "estará a disposición del partido para lo que sea necesario dentro de la estrategia", al tiempo de descartar de plano la versión de una "candidatura testimonial" que lo ubicara al tope de la lista de diputados nacionales. En ese sentido, el legislador oriundo de Rafaela coincidió en que "si bien el nombre del candidato es importante, la construcción desde abajo es prioritaria" y no descartó que "haya algún nombre que al día de hoy no esté entre los que más se mencionan". En rigor, no hay nombres que suenen fuerte ‑como en otros partidos‑ pero sí la idea de que habrá más de una lista para dirimir los lugares en la nómina.

Tanto Perotti como Olivera prefieren no hablar de kirchneristas o no kirchenirstas, prefieren enfocarse en el peronismo y con el pragmatismo que ha caracterizado al movimiento, pretenden tener "a todos adentro".  Eso por ahora parece posible más allá de algunas aspiraciones personales que además de legítimas, suponen un riesgo, como el caso de Agustín Rossi ‑que tiene representantes de su sector en la conducción partidaria‑ y que ya ha dicho que aspira a ser candidato a diputado en las primarias. Otro nombre que siempre aparece para estas oportunidades es el de María Eugenia Bielsa, que en anteriores procesos electorales prolongó su determinación perjudicando las chances de sus compañeros a la postre con su tardía pero recurrente deserción. En ese sentido, aunque sin nombrar a nadie en particular, Olivera fue muy claro "tenemos que salir del esquema de los monotributistas políticos para ir hacia una construcción colectiva. Eso es lo único que puede llevarnos al triunfo, tal vez no inmediatamente, pero sí al final del camino". Para algunos, el "final del camino" es 2019 y seguramente el armado y resultado de las elecciones de este año lo puedan instalar definitivamente. Pocos tienen dudas acerca de que para entonces el candidato será Omar Perotti, sucede que algunos dudan acerca de si será con el PRO o contra el PRO. En ese sentido, el mismo Perotti ‑que ha votado intermitentemente con el oficialismo y en su contra‑ explica que "el peronismo tiene diferentes expresiones, según los territorios y necesidades. En Santa Fe están expresadas las diferentes corrientes de opinión, y como dije yo voy a estar al servicio de la estrategia del peronismo". La respuesta es ambigua y a la vez precisa, aunque pueda parecer un contrasentido expresa no sólo las dotes de "equilibrista" del dirigente de la Perla del Oeste, sino una visión de coyuntura de cara al 2017 y estratégica pensando en el 2019. "No hay ningún apuro, nosotros no somos gobierno  en la provincia ni en la nación, el gasto lo tienen que hacer los oficialismos, podemos esperar y ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Armar de abajo, tener todos adentro ‑como sostienen Olivera y Perotti‑ y como decía el General 'desensillar hasta que aclare', la pelea es el 2019, ahora hay que hacer un buen papel, capaz con gente nueva, que venga de otro palo, pero que comparta la visión estratégica", resumió un viejo dirigente, "retirado" de las lides pero como decía Jorge Luis Borges, incorregiblemente peronista.