Llega a su fin el juicio por el crimen de Lucía Pérez, el caso de la joven de 16 años que motorizó el primer Paro Nacional de Mujeres en 2016 y conmocionó a todo el país. En la antesala del veredicto del Tribunal Oral N°1 de Mar del Plata, la querella reclamó hoy condena perpetua para Juan Pablo Offidani y Matías Farías, además de 4 años y seis meses para Alejandro Maciel. Mañana concluirán los alegatos y los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas deberán dilucidar qué ocurrió con Lucía el 8 de octubre de 2016, cuando fue abandonada sin vida en el hospital de Playa Serena por los presuntos femicidas. 

En los alegatos del Ministerio Público, el fiscal Daniel Vicente había pedido la semana pasada perpetua para Farías y 18 años de cárcel para Offidani. Sin embargo, el abogado de la familia, Gustavo Marcelliac, argumentó que Offidani es coautor de los hechos, por lo que debe recibir la misma pena que Farías, acusado por “abuso sexual seguido de muerte”. Marcelliac destacó que a Farías le caben ambas acusaciones: tanto tenencia de estupefacientes para la venta, agravado por venta a menores de edad en cercanía a establecimientos educativos como abuso sexual violento con acceso carnal.

Las diferencias que tuvieron los peritos para establecer la causa de la muerte o la existencia de un abuso sexual marcaron el juicio, que comenzó el 31 de octubre. Algunos investigadores hablaron de relaciones sexuales consentidas y de presencia de droga en el cuerpo de la joven, para mayor desprotección de la adolescente. Esto generó que algunos medios de comunicación volvieran a arrojar sombras sobre la adolescente asesinada y pusieran en tela de juicio la actitud de la joven. 

La muerte de Lucía despertó otro ola de bronca por la violencia contra las mujeres, que desembocó luego en la primera huelga de mujeres, con réplicas en otras partes del mundo. El caso sirvió para poner de manifiesto la violencia machista que en ese octubre contabilizaba un femicidio cada 24 horas. Las mujeres salieron a la calle luego de las declaraciones de la fiscal, María Isabel Sánchez, quien habló de un crimen salvaje que incluía un empalamiento y una muerte producida por reflejo vasovagal. En el juicio, algunos peritos deslizaron la posibilidad de que la adolescente haya fallecido por "asfixia tóxica". 

“Este es un caso de violencia de género extrema. Es intrascendente, a esta altura, si la empalaron o no. Es de violencia extrema porque adultos captaban a nenas en la puerta de colegios y les vendían drogas para luego satisfacer sus más bajos apetitos sexuales”, expresó hoy Marcelliac durante el alegato, según recuperó el portal La Capital de Mar del Plata, y agregó: “Se trata de hombres grandes que jugaban a ser machos a costas de niñas”.