A horas de la sanción del Presupuesto 2019, el presidente Mauricio Macri salió a defender la ley que implica un brutal recorte en gastos sociales y un aumento de las partidas para pagar la deuda. Para el mandatario, el objetivo del proyecto oficialista era “poner en caja todos los abusos cometidos” y permitir que Argentina tenga “equilibrio”. "Este presupuesto es un paso adelante y debe seguir para siempre", sostuvo en declaraciones a Radio Don de Castex, de la provincia de La Pampa. 

Macri intentó maquillar el proyecto presentado por Cambiemos y negó los recortes en salud y educación, al endilgar la responsabilidad por esas partidas a las provincias. El mandatario insistió en que esas dos áreas “son responsabilidades primarias de las provincias”, mientras restó importancia al rol de la Nación en este punto. Para Macri, su trabajo es sólo “dar apoyo y rediselar el contenido pedagógico”. 

En esa línea, también respaldó la baja impositiva, una de las promesas incumplidas de Cambiemos durante la campaña, aunque reclamó a intendentes y gobernadores que se manejen con “los recursos existentes, los impuestos que pagan los argentinos”. "Lo mismo que pasa en nuestras vidas, debe pasar en la política y esa responsabilidad la tienen que tener los intendentes y gobernadores", amplió. 

Macri aclaró que para este presupuesto se apeló "en emergencia" a un impuesto "extraordinario”, que solo durará dos años, que "son 4 pesos por cada dólar de exportación y es el útimo gran aporte del sector privado para que desde la política se hagan los deberes y se pongan en caja todos los privilegios y abusos que nos obligó a pedir plata prestada para pagar los gastos que estaban por arriba de nuestras posibilidades".