Los pequeños productores de verdura y hortalizas convocaron a una nueva protesta en Plaza de Mayo, donde instalaron una gran feria a cielo abierto y vendieron su cosecha, todo a diez pesos. El objetivo de los trabajadores es visibilizar la crisis del sector. 

“Los feriazos demuestran quiénes somos los que producimos alimentos para el pueblo, que estamos en crisis y que somos invisibles para las políticas nacionales pero no para las más de 150 mil familias que se sumaron a nuestra propuesta”, advirtió Nahuel Levaggi, dirgente de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT).

Los productores enumeraron los factores que golpearon a la agricultura familiar este año. Por un lado, la devaluación y los tarifazos, ya que la mayoría de los insumos del sector se fijan en dólares. “El Gobierno eliminó el Monotributo Social Agropecuario, la única herramienta que facilitaba la jubilación, el acceso a la salud y la posibilidad de facturar a los pequeños productores”, agregaron los trabajadores, quienes denunciaron que la futura Ley de Semillas es un “cheque en blanco para que las multinacionales como Bayer Monsanto controlen la agricultura argentina”.

Frente a esta situación, los pequeños productores reclaman un programa de acceso a la tierra, ya que más del 70 por ciento de las familias alquila las tierras en las que producen y son víctimas de la especulación inmobiliaria; programas para fomentar la producción agroecológica, sin productos químicos; políticas hacia la mujer rural y que el Gobierno compre directamente, sin intermediarios, para abastecer los comedores escolares, hospitales y otras instituciones públicas.