Desde Santa Fe

 

 Miguel Lifschitz les pidió a los senadores santafesinos que aprueben la media sanción de Diputados que aumenta impuestos a cerealeras y bancos para reforzar el Fondo Compensador del Transporte Público de Pasajeros con 700 millones de pesos ante el quite de los subsidios nacionales. Lo dijo ayer, al hacer tres anuncios: la semana próxima enviará al Senado el presupuesto 2019. Confirmó que el proyecto incluye un “aporte extraordinario” de la provincia para cubrir entre “el 40 y el 50 por cierto” de la caída de los subsidios y evitar que los boletos aumenten un 70 por ciento a partir del 1º de enero. Y ratificó que sostendrá las tarifas sociales en el servicio eléctrico: la nacional (que dejarán de percibir 180 mil familias) durante el primer bimestre de 2019, enero y febrero, para “atemperar el impacto en los meses de más alto consumo” y la provincial  (que beneficia a otros 170 mil hogares) durante todo el año próximo. “En Santa Fe, vamos a contrarrestar las acciones” de ajuste del gobierno de Mauricio Macri que “consideramos negativas para el país y la población”, planteó el gobernador.

Tras presidir el acto oficial por los 445 años de Santa Fe (ver aparte), Lifschitz confirmó las decisiones políticas que sus funcionarios anticiparon en público después de la reunión de gabinete de esta semana. Ayer, el secretario de Transporte Pablo Jukic adelantó a Rosario 12 que la provincia cubrirá con recursos propios hasta el 50 por ciento de los subsidios nacionales al transporte público que se caerán el 1º de enero y evitar la escalada de las tarifas. Y el martes, la secretaría de Energía  Verónica Geese había anunciado una inversión de 1.400 millones de pesos para sostener las tarifas sociales en el servicio eléctrico en 2019: la provincial durante todo el año y la nacional en el primer bimestre.     

La quita de los subsidios al transporte y a la tarifa social eléctrica ya es ley después de la sanción del presupuesto nacional en el Congreso. Un súper ajuste que “reduce la obra pública en todo el territorio santafesino”, alertó Lifschitz. “Las provincias más perjudicadas son las más grandes, las que más aportan y menos reciben, como Santa Fe y Córdoba. Es un presupuesto que recorta la inversión social en salud, educación y los subsidios al transporte y a la energía eléctrica, lo que afecta, lógicamente, a los sectores populares que se benefician con ese  tipo de servicios a menor costo”. 

Ahí fue cuando el gobernador ratificó que la semana que viene enviará el presupuesto de la provincia para 2019 al Senado y que el proyecto incluye un “aporte extraordinario” de la provincia para compensar la quita de los subsidios nacionales al transporte y a la tarifa social eléctrica. “Vamos a sostener una parte del subsidio al transporte que puede estar cerca del 40 al 50 por ciento del total con un aporte extraordinario de la provincia, por lo menos en el primer año, hasta que se vaya acomodando la economía”, dijo.

“Vamos a incluir ese aporte en el presupuesto. Y esperamos que los senadores aprueben el proyecto de ley que tiene media sanción de la Cámara de Diputados que genera un adicional” de 700 millones para reforzar el Fondo Compensador del Transporte de Pasajeros. Lógicamente,  los municipios y los usuarios también van a tener que hacer un mayor esfuerzo para cubrir todos los costos”, agregó.

“Y otro tanto vale para la tarifa social eléctrica”, dijo Lifschitz. Según la secretaria de Energía Verónica Geese, unos 180 mil usuarios recibían el subsidio nacional  que perderán el 1º de enero y otros 170 mil el beneficio provincial.