El gobierno y la DAIA le dieron ayer fuerte despliegue a la detención de dos ciudadanos argentinos, Axel Abraham Salomón y Kevin Abraham Salomón, de familia libanesa, a los que vincularon con la organización Hezbollah. En el despliegue se mencionó la existencia de un arsenal que –según la defensa de ambos hermanos– está constituido por armas viejas, propiedad de su bisabuelo y que tienen todos los permisos y las facturas de compra. También se aportaron los carnets del bisabuelo del Tiro Federal y del Club de Caza.

En su declaración, ambos hermanos negaron cualquier vínculo con actividades terroristas y su defensa recordó que Hezbollah no sólo es un partido legal en El Líbano sino que incluso integra el gobierno actual de ese país, con 1.500.000 adherentes, una parte de los cuales participan de lo que ellos llaman “la resistencia frente a Israel”.   

Axel y Kevin Abraham Salomón nacieron en la Argentina pero cada tanto visitan a su familia en El Líbano. Eso es lo que explica los viajes a Turquía, Qatar o Emiratos Arabes que son escalas en los vuelos al país originario de sus familias. La defensa dice que sólo viajaron por motivos familiares, dando a entender que nunca participaron de entrenamientos ni de actividades que pudieran tener relación con el terrorismo.

El origen de la denuncia fue un mail anónimo –habitual método policial o de los servicios de inteligencia– dirigido a la DAIA que, a su vez, se presentó a la justicia con el patrocinio del doctor Alejandro Broitman. El titular de la entidad judía, Alberto Indij, argumentó que la Argentina podría ser escenario de episodios como los que hoy se viven en Europa y Medio Oriente. “Ahora podemos tener los problemas a la vuelta de la esquina”, sostuvo Indij, en referencia a los ciudadanos franceses o belgas, oriundos de países árabes, que participaron de atentados.

Quien instruye el expediente es el juez federal Sebastián Ramos a quien ya se le planteó la excarcelación por cuanto ambos hermanos tienen trabajos e incluso uno de ellos es empleado de una empresa estrechamente vinculada al gobierno de los Estados Unidos. Habrá que ver qué pruebas le presentan la fiscalía o el gobierno o las fuerzas de seguridad.

En la comunidad islámica la detención provocó fuerte disgusto. Los hermanos Abraham Salomón son parte de una familia muy conocida de Floresta. Un vocero de la comunidad sostuvo que “vivimos un permanente clima de persecución, pretenden arruinarle la vida a dos pibes muy sanos”.