El consejero delegado de HSBC, Stuart Gulliver, aseguró en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), que calcula que unos 1000 de los 2100 empleados que tiene el banco en Londres y que operan con fondos cubiertos bajo la legislación de la UE probablemente tendrán que trasladarse de la capital británica a París como consecuencia del Brexit duro que ha planteado la primera ministra, Theresa May. “Unos 1000 puestos de trabajo que llevan a cabo actividades cubiertas por la legislación europea... probablemente necesitarían, en nuestro caso, ir a Francia”, ha asegurado. Estas actividades suponen alrededor del 20 por ciento de los ingresos obtenidos por la división de banca de inversión del HSBC en Londres.