Existen dudas respecto al cumplimiento con el Calendario Nacional de Vacunación (CNV), además que existe un sesgo importador en la provisión de vacunas en los últimos años. El origen de las dudas se asocia con la política de ajuste definido con el acuerdo con el FMI, el cual tiene como mete el déficit fiscal cero para el año próximo. En ese sentido, se detalla a continuación una serie de hechos: 

  • Casos de sarampión autóctono en el país.
  • Faltantes de vacunas en algunos puntos de vacunación.
  • Retiro del refuerzo de los 11 años de la vacuna contra el meningococo. 
  • El gobierno decide quitar el rango de Ministerio al área de salud.
  • Versiones periodísticas que medicamentos y vacunas estarían dentro de las transferencias por parte del gobierno nacional a la responsabilidad de las provincias. 

Esta sucesión de hechos llaman la atención y alertan sobre posibles cambios en la política pública en relación a vacunas. 

Presente y pasado

La ampliación de vacunas al CNV fue una política pública activa encarada por el gobierno nacional en la etapa 2003–2015, que consistió en el agregado de 10 vacunas. Esta política fue presentada como de ampliación de derechos a la franja etaria menor de la sociedad, niños y adolescentes.

Desde los primeros años hasta la década de los 70 del siglo XX, los  requerimientos de vacunas del país eran atendidos con producción local. Se inicia por los ‘70 la importación de vacunas en el marco de una campaña global de la Organización Mundial de la Salud: compras de vacunas centralizadas a través de licitaciones internacionales. 

La creación de capacidades locales para producir vacunas en Argentina se inició a fines del siglo XIX. En 1887 tuvo su origen el “Instituto Biológico Dr. Thomas Perón” y en 1893, el Instituto Malbrán. Estas plantas pioneras en la fabricación de biológicos (sueros y vacunas), proveyeron   de vacunas produciendo a través de técnicas tradicionales. En la segunda mitad del siglo XX surgieron proyectos de desarrollo tecnológico en organismos públicos de investigación mediante la vinculación Universidad-Conicet. 

Desde la década de los 90 se observó el creciente deterioro de las instituciones pública en su rol de productoras de vacunas. No existieron políticas públicas explícitas tendientes modernizar este rol. Estas habrían habilitado a las productoras locales a iniciar el recorrido de las técnicas modernas, como consecuencia quedaron rezagadas tecnológicamente. El Malbrán interrumpió su producción de vacunas en los primeros años del nuevo siglo. Por su parte el Instituto Biológico (de la Provincia de Buenos Aires) sufrió un paulatino deterioro más extendido en el tiempo.  

Hacia fines de los años 80 se inició un proceso de gran concentración de la industria farmacéutica a nivel global. Esta industria es parte sustancial de la dinámica de acumulación del capital que ocurre en el mundo como consecuencia de los cambios técnicos de los últimos 70 años, fundamentalmente en biotecnología. A raíz de la aplicación de las modernas técnicas biotecnológicas a la industria farmacéutica, sus empresas multinacionales inician su recorrido en la producción de bio–fármacos, dentro de ellos vacunas. Fue la investigación y desarrollo de estos actores responsable de la materialización del conocimiento en las vacunas modernas y de la gran expansión de su mercado, constituyéndose en productos de elevadísimos precios. Un nuevo encuadre global del mercado de bio–fármacos se inicia en esa época y se consolida en la primera década del nuevo siglo, contemporáneo con la ampliación de vacunas al CNV a nivel local.

Como consecuencia de la sucesión de estos hechos, las capacidades tecno–productivas locales se destruyeron, y en la primera década del nuevo siglo se consolida el sesgo importador en la provisión de vacunas al CNV.

Soberanía

Este recorrido histórico local e internacional induce a reflexiones. Por un lado, preocupa la pérdida de soberanía en la provisión de este tipo de bienes (privados/sociales). Por otro, la incorporación de vacunas modernas de elevados precios al CNV genera un gran impacto en la demanda de dólares para su financiamiento. La provisión de vacunas se hace vía importaciones de productos (vacunas) terminados en aproximadamente un 95 por ciento. Esto la convierte en una política frágil ante crisis de balanza de pago. Además, representa un levantamiento de todo control local en la provisión de vacunas en un mercado cada vez más influenciado por corporaciones multinacionales.

La situación a la que se enfrenta el gobierno de Cambiemos es compleja. Encerrado en su propia lógica y después de dos años y medios de endeudamiento negoció un crédito stand by con el FMI acordando el déficit fiscal cero. Para lograrlo se planean fuertes recortes en gastos e inversiones públicas, con el objetivo de liberar recursos para cubrir los servicios de la deuda. 

Como muchas otras veces, la economía local se enfrenta a la “restricción externa”. Se considera a éste el principal problema de la economía real. En este sentido interesa señalar la necesidad de un Estado que impulse acciones conducentes a utilizar y fortalecer las capacidades locales, que robustezcan las políticas públicas otorgándoles sostenibilidad a largo plazo. Esta línea de políticas agregaría soberanía a la resolución de los problemas locales, así como evitaría versiones que angustian a la población y de concretarse generarían situaciones de riesgo en la salud pública.

* Economista, Conicet-UNQ.