"Si -como en la película Good Bye Lenin- una mujer se hubiera dormido en los años 80 y despertara en 2018, encontraría una ciudad diferente: las mujeres tomaron las calles, (...) están por todos lados, no se quedan calladas y sus derechos dejaron de ser un anexo en la agenda pública". Esa ciudad diferente es la Rosario de hoy; la que refleja -con citas como la anterior- el libro Una ciudad en la marea, que presentará este jueves el Instituto Municipal de la Mujer (IMM), a las 18.30, en la explanada del museo Castagnino (Pellegrini y Oroño). El camino que comenzó a recorrer la Municipalidad de Rosario en 1988 quedó plasmado en la publicación que llega para celebrar 30 años de políticas públicas municipales con mirada género. El momento social es propicio: 2018 será recordado como el año en el que Rosario fue ejemplo nacional cuando se dieron a conocer las políticas de salud sexual y reproductiva, en el marco del debate por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, ya que ostenta la cifra de cero muertes por abortos no punibles desde 2012. También es la ciudad que logró reducir la tasa de embarazo adolescente a la mitad de la media nacional en las últimas tres décadas.

Escrito en lenguaje inclusivo, al recorrer la historia de las políticas de género en la ciudad, el libro destaca que fueron "30 años de voluntades que iniciaron caminos, que se sumaron, se complementaron y se multiplicaron para impregnar a la administración municipal". En ese período se rescatan muchos momentos históricos, como el Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario, en 2003, cuando se usaron por primera vez los pañuelos verdes que luego acuñó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. "Fue el germen de una planta que ahora tiñe de verde al país", dice la publicación. El ENM se hizo en Rosario por primera vez en 1989. Era el cuarto encuentro nacional, y convocó a unas mil mujeres –muchas de barrios populares- que hablaron de temas entonces tabú: la sexualidad, el goce, la violencia dentro de sus casas, los abusos silenciados, son solo algunos. La presencia de Nora de Cortiñas fue determinante en el repudio a los indultos planeados por el entonces presidente Carlos Menem. En el 31° encuentro, el de 2016, fueron 100 mil en las calles rosarinas. “Rosario tiene mucho para decir en la escena nacional, y nos pusimos en la vidriera pública sobre lo que antes no se debatía, con las mujeres como sujetos de derechos y no como objetos”, expresó Carolina Mozzi, directora del IMM.

Rosario está dentro del 9 por ciento de las ciudades del mundo que tienen al frente a una intendenta mujer. En 2011, Mónica Fein llegó a ese lugar luego de haber sido secretaria de salud municipal y diputada nacional. Fue la primera intendenta. Si bien el país ya tenía una presidenta mujer, Cristina Fernández de Kirchner, el desafío era grande. Uno de los objetivos de Fein era demostrar que las mujeres "podemos llegar adonde nos proponemos", expresó en la publicación.

El recorrido por los 30 años de trabajo incesante en la materia se cuenta en la publicación como si cada paso abriese una puerta nueva, con los desafíos que ello significa. El día de su asunción, Fein firmó el decreto que creó el Instituto Municipal de la Mujer. Su actual directora, Mozzi, aseguró que la propuesta de hacer un libro tuvo que ver con “mirar el pasado, pero no en términos de un informe de gestión. Nos interesaba reconstruir muchas cosas a través de las personas, con relatos que (la periodista de Rosario12) Sonia Tessa nos ayudó a armar. Lo apropiado del momento es, claramente, este presente que nos atraviesa e interpela como sociedad, en todas las estructuras, y tiene que ver con el sacudón que viene dando el movimiento de mujeres que empezaron en Rosario sus militantes más históricas --el libro menciona a Mabel Gabarra, Liliana Pauluzzi, Susana Chiarotti, Mimí Chiarotti, Cristina Granero, Hilda Habichayn, Ana María Zeno, María del Carmen Marini, y las integrantes de MAR--, con la necesidad de trabajar políticas públicas con perspectiva de género”. En ese sentido, mencionó el momento bisagra que fue 2015, a partir del movimiento Ni Una Menos y los debates actuales de la colectiva feminista.

Sobre las “puertas abiertas” --título con el que la publicación menciona cada espacio en la agenda de género municipal-- Mozzi habló de “barreras físicas y no físicas que enfrentan las mujeres. En nuestros hogares, espacios laborales, en el espacio público. Cada acción buscó abrir puertas y cuestionar sobre la delgada línea entre lo público y lo privado; al tiempo que buscan manifestar los derechos de las mujeres: conocerlos y ejercerlos”, apuntó.

Otro dato saliente al que refiere la publicación, cuya edición final estuvo a cargo de la historiadora Lilian Diodati, es que en la actualidad "el 55% de lxs trabajadorxs municipales de Rosario son mujeres”. Hace tres décadas eran un puñado, de las que hoy quedan un 4 por ciento. “Tiene que ver con democratizar el acceso al Estado. La intendenta lo comentó en un encuentro con trabajadoras, este año, cuando se presentó el protocolo de actuación en violencia en la municipalidad, porque las problemáticas que nos atraviesan se incorporan a la agenda con políticas como ésta”, aseguró Mozzi.

Los 30 años de trabajo firme son la base para el futuro; porque como expresa el libro del IMM “nada se impulsa con armonía, el conflicto es inherente a la política, y a la vida”. La presentación será un diálogo con la politóloga María Rigat y la intendenta, junto a las periodistas de Las12, Flor Monfort y Sonia Tessa, con un cierre a cargo del Colectivo de Mujeres Músicas.