Uruguay no decidió todavía si le otorgará asilo al ex presidente peruano Alan García, informó ayer el vicecanciller uruguayo, Ariel Pergamino. Sin embargo, aclaró que se evaluará el pedido en un plazo que calificó como prudencial. Mientras tanto, el Gobierno peruano preparaba ayer los argumentos formales para que Uruguay rechace la solicitud.

“Una cosa es aceptar la solicitud, otra expedirse sobre la misma. Lo que hemos dicho es que la solicitud está recibida y se están dando los pasos para resolver”, dijo Bergamino en la radio peruana RPP, después de que versiones de la prensa generaran confusión. El vicecanciller sostuvo que el Gobierno de Uruguay ha tomado con naturalidad y sin dramatismos el pedido que realizó García la noche del sábado, pocas horas después de que la Justicia le prohibiera salir de Perú durante 18 meses mientras se le investiga por presunto lavado de activos y colusión agravada. 

“Según el tratado de 1954, si se concede (el asilo), Uruguay considera que hay persecución política”, añadió Bergamino, quien recordó que su país tiene una larga tradición de asilos. En una carta enviada al presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, el ex presidente peruano señaló que la investigación fiscal en su contra no era imparcial y que vive en lo que llamó un ambiente de persecución política. Sin embargo, voces provenientes desde ambos países estiman lo contrario. Desde Montevideo, la bancada del Frente Amplio invocó a Uruguay desestimar la solicitud, porque consideraron que hasta el momento existe la separación de poderes en Perú, según expresó su portavoz Humberto Morales. “Hay independencia de poderes, tanto así que varios políticos estamos siendo investigados actualmente en Perú”, opinó por su parte, la legisladora oficialista y segunda vicepresidenta peruana Mercedes Aráoz, quien fuera ministra en el último Gobierno de García. “Políticos de todos los colores. No hay una persecución contra alguien”, agregó.