Macarena, la hija de Sandra, tiene 21 años y dos hijos pequeños. En diálogo con este diario dijo que "nunca" recibió ayuda del Estado, pese a que tras la muerte de su mamá, no le quedó nada. También planteó diferencias con Ammar nacional. "No me molesta que todos los años se la recuerde a mi mamá, pero yo no sabía nada de la plazoleta que se va a inaugurar. Nadie me invitó, nadie me dijo nada, y tienen mi teléfono", dijo. "Cuando mi mamá fue asesinada yo tenía 8 años. Ella estaba amenazada, pero como secretaria general de Ammar luchaba por los derechos de todas las mujeres, sabiendo que tenía una hija. Yo me acuerdo que una vez nos amenazaron a las dos. Ella siguió. Lo que no sé es por qué me dejaron tan sola. Todos me responden que es el Estado provincial el culpable de mi situación. Yo no tenía nada, no me quedó nada de mi mamá. Fui a parar a la casa de mi familia, pero fue de terror", dijo, sin querer ahondar. "Los 27 de enero se lucra con el nombre de mi mamá, pero ni siquiera me tienen presente", se quejó la joven.