El gobernador Miguel Lifschitz habló ayer en exclusiva con Rosario/12 y reiteró que no vería con desagrado un proceso interno para definir el candidato a gobernador del Frente Progresista. Si bien reconoció que el candidato “más instalado y con amplio nivel de conocimiento es Antonio Bonfatti”, dijo que “no hay que descartar que en el radicalismo o en otras fuerzas puedan surgir alternativas”. Reiteró que él no impulsa a nadie, pero insistió en que varios de sus ministros –socialistas o de otra extracción política- podrían estar en condiciones de enfrentar a Bonfatti en una interna. “Yo no impulso ni veto a nadie, pero tengo mis preferencias”, volvió a decir. Sin embargo, a la hora de enumerar el nombre que sobresale es el del actual ministro de Seguridad de la provincia. “(Maximiliano) Pullaro es un hombre joven con mucha determinación que puede tener sus legítimas aspiraciones”, dijo.

Lifschitz intentó sacarle dramatismo a su profundo pronunciamiento político al señalar: “Nosotros venimos de dos elecciones anteriores en la que Bonfatti fue electo en 2011 y yo en 2015, y en ambos casos hubo internas dentro del Frente en un caso con tres listas y en el otro con dos. Y creo que fueron procesos positivos porque movilizan a la militancia porque contiene a las distintas expresiones”.

El gobernador remarcó: “Tenemos un frente plural en el que hay matices que siempre son expresados por las distintas listas cuando hay competencia interna. Y además las internas nos pondrían en igualdad de condiciones con las otras fuerzas políticas que van a tener primarias abiertas como el peronismo y Cambiemos”.

-- ¿Usted está pensando más en un candidato interno del socialismo o puede ser alguien de otro partido del Frente?- preguntó este diario.

-- Yo no estoy promoviendo ninguna candidatura pero quiero ser respetuoso de todos los referentes del Frente Progresista. Y no quiero anticiparme a cerrar una propuesta hasta que no se cumplan los plazos lógicos. En el socialismo siempre hubo matices y miradas diferentes, pero también siempre hemos tenido la inteligencia para priorizar el interés general del partido por encima de visiones particulares. Hoy el socialismo tiene buenos nombres y el radicalismo tiene buenos nombres también.

-- ¿Por eso usted habló de algunos de sus ministros que no son de origen socialista?

-- Claro, yo tengo ministros del radicalismo que creo que han hecho una muy buena gestión, muy bien valorada. El caso de Pullaro, por ejemplo, que también puede tener expectativas. Yo no quiero coartarle la posibilidad a nadie y quiero esperar a que todas las fuerzas se expidan y pongan arriba de la mesa sus propuestas. A partir de allí seguramente vamos a poner todo el esfuerzo y el compromiso para los candidatos que resulten dentro del Frente Progresista.

-- ¿Y usted dónde se ve? ¿Candidato a presidente de la Nación, a diputado nacional o provincial?

-- Uno siempre quiere ir para arriba. Está claro que el desafío nacional, no digo sólo como candidato a presidente, sino como parte de un proyecto nacional, para mí es interesante en este momento difícil de la Argentina donde no se vislumbran demasiadas alternativas. También reconozco que es difícil una propuesta que pueda ser sintetizada como oferta electoral con entendimiento entre vastos sectores, porque pareciera que vamos a un escenario muy polarizado nuevamente. Pero vamos a seguir trabajando como lo venimos haciendo con Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín y muchos otros sectores.