Desde Guadalajara, México

El futuro es político. Nunca se pronunció tantas veces la palabra “futuro” como en la inauguración de la 32° Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el encuentro más importante para el mundo del libro en español que reúne a 2000 editoriales de 47 países, más de 800 escritores, 450 intelectuales y académicos y 60 científicos en nueve días. Hasta podría ser la palabra del año en México. La alzan como bandera de esperanza los que votaron a Andrés Manuel López Obrador, el primer presidente de izquierda, que asumirá el próximo 1° de diciembre. Pero también la esgrimen los opositores por los supuestos “peligros” que se podrían avecinar para el funcionamiento de la democracia. La fiesta de la literatura y del pensamiento empezó más politizada que nunca en la ciudad de Guadalajara, con la ovacionada poeta uruguaya Ida Vitale, “una fuerza poética en la lengua española”, premio FIL de Literatura en Lenguas Romances y Premio Cervantes –una dama elegante y refinada que rompió con el tedioso protocolo de la apertura al improvisar casi la totalidad de su discurso–, una delegación de escritores y artistas de Portugal, país invitado de honor de esta edición, encabezada por António Lobo Antunes; un homenaje al escritor Fernando del Paso, que murió el pasado 14 de noviembre, y la gran expectativa que está generando la participación del Premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk, quien abrirá el salón literario Carlos Fuentes y presentará su última novela, la excepcional y bellísima La mujer del pelo rojo (Literatura Random House).

“¿Olvidar la distancia,/ disolviendo otro olvido,/ avanzar por la arena/ sin levantar castillos?/ Con precisión inerme/ cava el límite amargo/ donde filtrar palabras/ que no quieren oírte.// Olvida, sí, el delirio/ de luchar con augures/ y escombros. Mira sin afirmar.// El futuro no es tuyo”. Este es el poema de Vitale que leyó el editor Aurelio Major, encargado de realizar una semblanza de la poeta uruguaya. Ida es una fuerza de la naturaleza que despeina con encanto la solemnidad mexicana. A los 95 años está más lúcida que nunca, con esa curiosidad insaciable que se expresa a través de una ironía risueña en una poeta que sabe renovar la tradición y afirmar su presencia en la modernidad. “Hace muy poco me tocó estar en Madrid, en un momento hice una barbaridad y le dije a la reina Madre: ‘he roto el protocolo’. Ella me dijo que los protocolos están hechos para ser rotos”, comentó la autora de La luz de esta memoria, Jardín de sílice, Sueños de la constancia https://www.fce.com.ar/ar/libros/detalles.aspx?IDL=2039, Léxico de afinidades, Procura de lo imposible  https://www.fce.com.ar/ar/libros/detalles.aspx?IDL=1127 y Reducción del infinito https://www.planetadelibros.com/libro-reduccion-del-infinito/89448, entre otros poemarios, que estuvo exiliada en México entre 1974 y 1984.

“Por estupendos que sean los premios, hay una cosa que los supera y es el contacto con los amigos viejos y con los amigos nuevos, que ya son muchos, gracias a la apertura de este país refinado, que empezó por acoger a los exiliados españoles”, planteó Vitale. “Lo mucho bueno que le dio México a los exiliados se constituyó en una costumbre que sigue hasta hoy: la mayor felicidad que un exiliado puede tener es la de ser integrado como alguien más que puede formar parte de una cultura, de un modo de vida, de una felicidad que puede ser compartida”. La poeta uruguaya, que llegó a México con su segundo marido, Enrique Fierro, agradeció la oportunidad de poder hacer lo que ella más deseaba: leer y escribir. La gratitud se extiende hacia su pasado como estudiante que leía muchos de los libros mexicanos que ingresaban a Uruguay gracias a la editorial Fondo de Cultura Económica, “la base de la biblioteca que necesitábamos como estudiantes”. La ganadora del Premio Cervantes reconoció a Huberto Bátiz (1934-2018), “espléndido jefe y maestro de periodistas, que me acogió con infinita paciencia”. No podía faltar el nombre de Octavio Paz, con quien trabajó en la revista Vuelta. “Octavio nunca afirmaba algo sin decir, ¿están de acuerdo? Esa quizá no sea la imagen que más trasciende, pero es la que guardo con más fuerza. Octavio era un gran maestro y un ser humano generosísimo”, concluyó Vitale.

Raúl Padilla López, presidente de la FIL, demostró abiertamente que se opone a López Obrador. “La legitimidad del nuevo gobierno no está en duda; el 53 por ciento votó por el cambio. Pero los graves problemas como la violencia, la corrupción y la desigualdad que vive el país debe abordarse sin vulnerar los derechos y contrapesos indispensables en toda democracia”, cuestionó el presidente de la FIL, ex rector de la Universidad de Guadalajara, quien expresó su “inquietud por las leyes recién instituidas que atentan contra la armonía” y agregó que “la creación de una guardia militar debe de ser analizada”. La secretaria de Cultura de Portugal, Graça Fonseca, explicó que el lema de la delegación portuguesa es “El futuro es una aurora del pasado”, frase tomada del escritor Teixeira de Pascoaes (1877-1952). La obra de José Saramago, a veinte años de la concesión del Premio Nobel de Literatura, será homenajeada en varias actividades en las que participará su viuda, la traductora Pilar del Río, como la presentación del libro inédito El cuaderno del año del Nobel, donde estará acompañada por Sergio Ramírez y Jorge Volpi. Hasta el domingo 2 de diciembre, desfilarán por el predio de la Expo Guadalajara Mia Couto, José Eduardo Agualusa, Gonçalo M.Tavares, Ondjaki, Lídia Jorge y Dulce Maria Cardoso, entre otros narradores, poetas y artistas lusitanos que aprovecharán el marco de la FIL para mostrar un Portugal diverso, “un país donde el puro pájaro es posible”.